Nota 258: DIALOGO RADICAL CON GRANDEZA Y LA CUESTION DEL ESTIBAJE PARA LA CONTRADIÁSPORA

El Radicalismo es el único Partido Político que funciona como tal en la Argentina. Simultáneamente puede estar pujando por cambios en la Convención de la Provincia de Buenos Aires (que fuimos los triunfadores políticos por que tuvimos política ya no hay duda), eligiendo autoridades juveniles en Entre Ríos o la Franja disputando elecciones universitarias triunfantes en Córdoba y La Plata, organizar un Congreso de Economía frente a los prolegómenos de una nueva crisis O un Congreso de Educación en Necochea, a la vez de atender la iniciativa de Carrió que nos encontró desprevenido en términos de iniciativa pero con los reflejos intactos.
En esa fortaleza política, que hay que traducir en fortaleza institucional, la UCR es el eje del proceso de reconstrucción radical que no estará exento de padeceres. Valga recordar que la última división duró 26 años y no tuvo sus orígenes en los escombros de la crisis, como en éste caso. Los radicales que emigraron “olieron” un ambiente radical con orígenes en las luchas con eje en la 125, la cuestión del 25 Aniversario de la gesta del 83 (de la que fueron también partícipes) y la renovación del vínculo de Alfonsín con el pueblo y la sociedad política que lo acompaña en su difícil trance.¡Siempre Alfonsín en nuestras horas estratégicas!.
Por encima de esto la necesidad de enfrentar a un gobierno irresponsable y a un peronismo que está preparando los tonos para un nuevo tiempo político como el camaleón acomodándose a nuevas ocasiones. Y como si fuera poco todo esto, intuyendo una crisis que puede poner al prestigio de la política en aprieto.
El socialismo será un socio de calidad pero no deja de ser un partido provincial con prestigio nacional.
El paso Carrió es el más difícil por que, y tal lo dicho en notas , la chaqueña vuelve con otros rostros que abrevan en círculos sociales y espacios ideológicos distintos de los usuales radicales. El desafío es gestionar la diversidad además de las improntas personales. Es el caso más difícil de todos pero el más significativo.
El caso Stolbizer es distinto. Sería más que una simplificación decir que se trata de una interna mal resuelta y que hay que revertirla. Muchos nos encontraremos, además, contentos con el reencuentro que será honesto si nadie repliega reivindicaciones y no escamotea autocrítica. En esa línea el énfasis en la evaluación de conductas de quienes, además, fueron gestores incidentes de esta fractura.
Nuestra propuesta de “DIALOGO RADICAL CON GRANDEZA” constituye una iniciativa de acción sistematizada que propone un correcto estibaje para no sesgar políticamente el rumbo, nos preserve de las improntas personales y nos permita respetar el sacrificio de los que resistieron en condiciones adversas por el carácter territorial que tienen estas fragmentaciones. Nos alegra que se esté considerando el documento no obstante que los climas internos escamotearon su debate en las Convenciones de las que venimos.
Ahora debemos ir por Cobos. Una tarea no menor dado que debemos combinar, a la vez, la necesidad de preservar instituciones (es el Vicepresidente de la Nación) con la voluntad de volver al cauce. Quizás la propuesta de la licencia sea la más plausible.
Y los partido provinciales y municipales.
Este es un proyecto que nos pueda conducir al triunfo en el 2009 y con proa al 2011. El desafío estriba en que seamos conciente que deberemos navegar entre los marasmos de la crisis y necesitados de brújula. Con amplitud y capacidad de gestión pero con línea. El triángulo del éxito.