CONVENCIÓN PROVINCIAL
Entre las iniciativas para la Convención Provincial de la UCR está la convocatoria al diálogo con la diáspora radical y en la intención de un proceso por su contrario. El mismo tiene las siguientes peculiaridades; 1. Asume la crisis del 2001 y 2002 como fuente del fraccionalismo político que afectó fuertemente a la UCR. Se trata de ver al proceso como un fenómeno acotando subjetividades. 2. Asume la institucionalidad como un factor estratégico para el éxito del mismo en el sentido de recuperar el voto radical disperso. 3. Potege los intereses de los que, en los distritos más comprometidos por la diáspora, salvaguardaron los intereses partidarios en las peores condiciones. 4. Valoriza el fortalecimiento del radicalismo desde las luchas por la Resolución 125, el 25 Aniversario y el prestigio de Ráúl Alfonsín. 5. Tiene la perspectiva de un diálogo global, de la oposición y entre radicales, en línea con la propuesta de Alfonsín en su mensaje a la Asamblea del Luna Park. 6. Incluye como un solo peronista a todas las experiencias posteriores a la Gobernación de Alejandro Armendariz y renuncia a cualquier alianza electoral con el mismo. 7. Asume como premisa el fortalecimiento institucional del Partido y protege la calidad del diálogo de cualquier interferencia.
En realidad se trata de una adecuación del texto presentado a la Convención Nacional y que por el formato de la misma no fue considerado. Tal lo dicho en la Nota 193, el formato de las deliberaciones atentó contra la calidad de sus resoluciones. En este caso llevaremos adelante la cuestión para el distrito mas comprometido por la diáspora y estratégico para el desarrollo del radicalismo nacional.
DIALOGO RADICAL CON GRANDEZA. Iniciar la contra diáspora.
La Convención Provincial convoca a la unión de los radicales a partir de un diálogo con grandeza. Debemos hacerlo por el bien de la Patria en un partido opositor y con voluntad de construir un poder alternativo.Encomienda al Presidente del Comité de la Provincia promoverlo y encabezarlo en línea con esta decisión. Cuando correspondiere, se convocarán a los Presidentes de los Comités locales. De todo esto tendrá debidamente informado al Presidente de la Convención Provincial y éste a la mesa que encabeza.El interés del conjunto es superior al de las individualidades. Por eso un dato estratégico para el éxito de la presente Resolución es la disciplina de todos los afiliados, cualquiera fuere el lugar que ocupen. Esto incluye la cuestión sensible de la relación con la opinión pública por los medios masivos de comunicación y, obviamente, a los encuentros oficiosos sin coordinación del Comité de la Provincia. . Los “voceros”, las “fuentes autorizados”, “los operadores” y los “expertos” son figuras discordantes con el objetivo perseguido. Igualmente las negociaciones paralelas. Todas ellas quedan ya, de producirse, desautorizadas y la Convención será celosa guardián de esta disposición y su Presidente un gestor de del disciplinamiento del caso. Corresponde al Presidente del Comité Provincia definir quienes lo apoyarán en esta empresa.Los graves momentos de la economía mundial y su repercusión eventual en Argentina que pueden poner en riesgo las oportunidades con que contábamos, exige un sistema de partidos sólido y con atributos suficientes para favorecer la calidad de la democracia y promover un planeamiento estratégico y un plan de emergencia y el funcionamiento de un Consejo Económico y Social. La crisis social de 2001/2002 repercutió en la vida institucional de un modo negativo; no podía ser de otra manera. Entre las principales manifestaciones de la crisis política estuvieron las prácticas hegemónicas peronistas, fraccionalista radical y el surgimiento inevitable de los “partidos fantasías”.Debemos poner fin al dato negativo que para el progreso de la Nación implican los ciclos hegemonismo – fraccionalismo, y estabilizar el sistema de un modo propicio. Para ello estimular la institucionalidad partidaria, ser un ejemplo en el País lo que involucra que las prácticas individualistas y providencialistas que se aspiran remover para el conjunto de las fuerzas de la democracia no ocurran tampoco en el seno del Partido.
Vamos por la consolidación del radicalismo, revertir sus fracturas en la perspectiva de afrontar un diálogo republicano, que se exprese en el Parlamento, y que como ocurrió en ocasión de la Resolución 125 ponga freno al hegemonismo peronista esta vez con rostro k. Por un frente electoral progresista a confrontar electoralmente con la mutación permanente y oportunista que, para mantener ese hegemonismo, el peronismo somete al electorado en la Provincia. Se necesita un radicalismo vigoroso, con fortaleza institucional, de radicales sensatos que asuman con grandeza la diáspora.
Nosotros nos quedamos para cumplir una misión y no como propietarios de una estructura jurídica y edilicia. El haber permanecido en la UCR y militado en condiciones adversas, es lo que nos da derecho a esta convocatoria a la unidad.La unión de los radicales es un dato estratégico del pensamiento libre y progresista y un atributo de la Nación y su democracia. El diálogo también es debate y en él las prácticas contrarias al acervo cultural partidario.El “kirchnerismo” y los “partidos fantasías” han fracasado. Las movilizaciones populares recientes los han condenado al lugar de los malos subproductos de la crisis. Los que emigraron también fracasaron. No se fueron para vivir de rodillas implorando recursos al matrimonio presidencial. Tampoco a arrodillarse e implorar a las fuerzas místicas la solución de los problemas nacionales. Los que canalizaron su vocación por partidos locales y provinciales no renunciaron a participar de las decisiones estratégicas del País.La convocatoria al diálogo con grandeza no exime de errores a unos, otros y nosotros. La cuestión es comprender el proceso en términos objetivos, de eso se trata. La relación crisis social impacto político hace prevalecer lo objetivo sobre lo subjetivo.
Cada uno en su espacio debe debatir esta iniciativa desde la autocrítica debida y valorando las oportunidades que la sociedad nos brinda nuevamente. Hacer lo contrario implica retroceder, subordinar a nuestros intereses los del País y renunciar a nuestra vocación mayoritaria.Hay que recordar los costos de las divisiones. Durante 26 años, y desde 1957 el radicalismo afrontó fracturado tiempos difíciles. Estas escisiones son complejas y con gran relevancia territorial. Funcionales a la debilidad política.El haber quedado protegiendo las banderas no da derecho a escriturar la propiedad de este Partido y obliga a conductas generosas.Las posibilidades de los que quedaron cumpliendo este cometido, en las peores condiciones, serán protegidas con el apoyo y las salvaguardias necesarios y lo que se le encomienda al Presidente del Comité Si esta estrategia de contra diáspora tiene éxito será también porque ofrecemos doctrina, política y conducta. Y ese éxito no consiste en procurar y conseguir un frente entre los radicales atomizados. La grandeza a la que convocamos es por la unidad de los radicales en un partido político: la Unión Cívica Radical y si las condiciones no están maduras después se verá. De este modo iniciamos el camino del diálogo propuesto por Raúl Alfonsín el 30 de octubre pasado en el Luna Park. A 25 años de nuestra victoria y el inicio de la Democracia convocamos al Diálogo Radical con Grandeza, el que será evaluado por esta Convención en su sesión que deberá ser inmediatamente posterior a la de la Convención Nacional y no más allá de marzo del 2009 y empezar a definir la estrategia de alianzas. Estamos para aportar de nuevo a la democracia y ponerla al servicio de todos como ocurrió desde el 10 de Diciembre de 1983. Un Partido renovado y vigoroso, como entonces, hace falta como premisa para la acción y superando una ausencia que aquella vez lo hizo posible. La del liderazgo democrático de Raúl Alfonsín y la de un partido renovado, estudioso, con mística, disciplina, movilizado y con voluntad de mayoría”.
En realidad se trata de una adecuación del texto presentado a la Convención Nacional y que por el formato de la misma no fue considerado. Tal lo dicho en la Nota 193, el formato de las deliberaciones atentó contra la calidad de sus resoluciones. En este caso llevaremos adelante la cuestión para el distrito mas comprometido por la diáspora y estratégico para el desarrollo del radicalismo nacional.
DIALOGO RADICAL CON GRANDEZA. Iniciar la contra diáspora.
La Convención Provincial convoca a la unión de los radicales a partir de un diálogo con grandeza. Debemos hacerlo por el bien de la Patria en un partido opositor y con voluntad de construir un poder alternativo.Encomienda al Presidente del Comité de la Provincia promoverlo y encabezarlo en línea con esta decisión. Cuando correspondiere, se convocarán a los Presidentes de los Comités locales. De todo esto tendrá debidamente informado al Presidente de la Convención Provincial y éste a la mesa que encabeza.El interés del conjunto es superior al de las individualidades. Por eso un dato estratégico para el éxito de la presente Resolución es la disciplina de todos los afiliados, cualquiera fuere el lugar que ocupen. Esto incluye la cuestión sensible de la relación con la opinión pública por los medios masivos de comunicación y, obviamente, a los encuentros oficiosos sin coordinación del Comité de la Provincia. . Los “voceros”, las “fuentes autorizados”, “los operadores” y los “expertos” son figuras discordantes con el objetivo perseguido. Igualmente las negociaciones paralelas. Todas ellas quedan ya, de producirse, desautorizadas y la Convención será celosa guardián de esta disposición y su Presidente un gestor de del disciplinamiento del caso. Corresponde al Presidente del Comité Provincia definir quienes lo apoyarán en esta empresa.Los graves momentos de la economía mundial y su repercusión eventual en Argentina que pueden poner en riesgo las oportunidades con que contábamos, exige un sistema de partidos sólido y con atributos suficientes para favorecer la calidad de la democracia y promover un planeamiento estratégico y un plan de emergencia y el funcionamiento de un Consejo Económico y Social. La crisis social de 2001/2002 repercutió en la vida institucional de un modo negativo; no podía ser de otra manera. Entre las principales manifestaciones de la crisis política estuvieron las prácticas hegemónicas peronistas, fraccionalista radical y el surgimiento inevitable de los “partidos fantasías”.Debemos poner fin al dato negativo que para el progreso de la Nación implican los ciclos hegemonismo – fraccionalismo, y estabilizar el sistema de un modo propicio. Para ello estimular la institucionalidad partidaria, ser un ejemplo en el País lo que involucra que las prácticas individualistas y providencialistas que se aspiran remover para el conjunto de las fuerzas de la democracia no ocurran tampoco en el seno del Partido.
Vamos por la consolidación del radicalismo, revertir sus fracturas en la perspectiva de afrontar un diálogo republicano, que se exprese en el Parlamento, y que como ocurrió en ocasión de la Resolución 125 ponga freno al hegemonismo peronista esta vez con rostro k. Por un frente electoral progresista a confrontar electoralmente con la mutación permanente y oportunista que, para mantener ese hegemonismo, el peronismo somete al electorado en la Provincia. Se necesita un radicalismo vigoroso, con fortaleza institucional, de radicales sensatos que asuman con grandeza la diáspora.
Nosotros nos quedamos para cumplir una misión y no como propietarios de una estructura jurídica y edilicia. El haber permanecido en la UCR y militado en condiciones adversas, es lo que nos da derecho a esta convocatoria a la unidad.La unión de los radicales es un dato estratégico del pensamiento libre y progresista y un atributo de la Nación y su democracia. El diálogo también es debate y en él las prácticas contrarias al acervo cultural partidario.El “kirchnerismo” y los “partidos fantasías” han fracasado. Las movilizaciones populares recientes los han condenado al lugar de los malos subproductos de la crisis. Los que emigraron también fracasaron. No se fueron para vivir de rodillas implorando recursos al matrimonio presidencial. Tampoco a arrodillarse e implorar a las fuerzas místicas la solución de los problemas nacionales. Los que canalizaron su vocación por partidos locales y provinciales no renunciaron a participar de las decisiones estratégicas del País.La convocatoria al diálogo con grandeza no exime de errores a unos, otros y nosotros. La cuestión es comprender el proceso en términos objetivos, de eso se trata. La relación crisis social impacto político hace prevalecer lo objetivo sobre lo subjetivo.
Cada uno en su espacio debe debatir esta iniciativa desde la autocrítica debida y valorando las oportunidades que la sociedad nos brinda nuevamente. Hacer lo contrario implica retroceder, subordinar a nuestros intereses los del País y renunciar a nuestra vocación mayoritaria.Hay que recordar los costos de las divisiones. Durante 26 años, y desde 1957 el radicalismo afrontó fracturado tiempos difíciles. Estas escisiones son complejas y con gran relevancia territorial. Funcionales a la debilidad política.El haber quedado protegiendo las banderas no da derecho a escriturar la propiedad de este Partido y obliga a conductas generosas.Las posibilidades de los que quedaron cumpliendo este cometido, en las peores condiciones, serán protegidas con el apoyo y las salvaguardias necesarios y lo que se le encomienda al Presidente del Comité Si esta estrategia de contra diáspora tiene éxito será también porque ofrecemos doctrina, política y conducta. Y ese éxito no consiste en procurar y conseguir un frente entre los radicales atomizados. La grandeza a la que convocamos es por la unidad de los radicales en un partido político: la Unión Cívica Radical y si las condiciones no están maduras después se verá. De este modo iniciamos el camino del diálogo propuesto por Raúl Alfonsín el 30 de octubre pasado en el Luna Park. A 25 años de nuestra victoria y el inicio de la Democracia convocamos al Diálogo Radical con Grandeza, el que será evaluado por esta Convención en su sesión que deberá ser inmediatamente posterior a la de la Convención Nacional y no más allá de marzo del 2009 y empezar a definir la estrategia de alianzas. Estamos para aportar de nuevo a la democracia y ponerla al servicio de todos como ocurrió desde el 10 de Diciembre de 1983. Un Partido renovado y vigoroso, como entonces, hace falta como premisa para la acción y superando una ausencia que aquella vez lo hizo posible. La del liderazgo democrático de Raúl Alfonsín y la de un partido renovado, estudioso, con mística, disciplina, movilizado y con voluntad de mayoría”.
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