En el único lugar donde hubo ayer un espacio equilibrado de reflexión por el día de la memoria, y a propósito del feriado, fue en Internet.
Las movilizaciones (que incluyen una porción minima de nuestro pueblo) fueron fragmentadas por el sectarismo y falta de buena fe para recordar nuestra tragedia. Esas practicas estuvieron alimentadas por el Gobierno desde su acto en la ESMA sin una autocrítica sobre el rol histórico del Gobierno de Isabel, la plataforma de Luder de 1983 y la base de sustentación política de Menem para el indulto.
Los accesos a las ciudades a la media tarde estaban repletos por el regreso a casa de un día que parecía ser dominguero y cuyo espíritu fue recogido por los barrios populares y ninguna discoteca dejó de funcionar. Ni otros lugares de esparcimiento. Todo lo contrario a lo que ocurre en los países que pretenden, en días como estos, construir socialmente memoria.
Hay que pensar en nuevos modos. Paradojicamente en lo inverso de en otros casos. Llevar a la realidad lo que ocurrió en las redes sociales. Permitir pensar, ganar conciencias y al día siguiente, tal uno como hoy, ser un poco mejor respecto al respeto de los demás a la vida y a la historia. Hay varios Nunca Más que están faltando.
1 comentario:
He llegado a su nota desde Facebook, el boca a boca sirve para enterarse de estas notas, que por cierto me parece muy interesante y correcta, pero espero que esa misma importancia que le da al 24 de marzo como día de conmemoración y de memoria también se lo de al 9 de julio, al 20 de junio y al 11 de septiembre, ya pasaré por su blog para ver si es así.
Un saludo. Gabriel
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