Los países que pretenden jugar con éxito en el mercado mundial revalorizan permanentemente el rol del conocimiento para sus ofertas exportables y su modo de participar en la división internacional del trabajo. Singapur, por ejemplo, ya ha considerado que su exitosa estructura necesita un replanteo.
La intensidad política del proceso de confrontación por la Resolución 125 impidió un debate teórico a fondo sobre el modo de inserción en el mundo. A ésta deuda, y su visión sobre el impacto de la crisis mundial en el comercio internacional, se refirió ayer Ricardo Campero en el Movimiento Productivo Argentino y que contó con una nutrida concurrencia del curso de Formación Política y de altos dirigentes de la UCR. Quien fuera Secretario de Comercio y Embajador ante ALADI, estuvo acompañado por jóvenes de su Partido vinculados a la Economía y la Sociología.
“Las sociedades de la información y el conocimiento impactarán necesariamente en la competitividad de las naciones. Y no solo lo harán asumiendo a éstos nuevos insumos (en donde nuestro País registra buenos antecedentes en los espacios con preferencias arancelarias) sino optimizando los entornos determinantes de la competitividad (gobiernos, empresas, universidades) y desde la consideración que en los Estados de estas sociedades se gobierna cada vez mas desde la fragilidad hacia la incertidumbre. "España y Brasil son casos aconsejables para tener en cuenta” afirmó el expositor..
Ricardo Campero es autor de una iniciativa poco conocida en 1985 de un sistema de promoción de las exportaciones desde el cruce de los factores tecnológicos, de explotación de la tierra y las economías regionales. "Un primer encuentro con la nueva economía." Frustrado por la falta de consenso que, como para otras decisiones estratégicas intentó revertir, frente a la crisis económica y los desafíos de la modernidad la iniciativa de concertación del Gobierno de Alfonsín en el documento conocido como Parque Norte. También fue el iniciador de una nueva integración que denominara “Tercera Dimensión” por que vincula a los espacios sociales hispanohablantes. La primera y la segunda se corresponden con ALADI y el MERCOSUR y la nueva cruzaría Estados Unidos y España y los espacios donde de el idioma nuestro es segunda . Poniendo éngasis en los bienes científicos, culturales y tecnológicos digitales que circulan por los nuevos medios de comunicación. El auge del castellano, también, en la Internet no es despreciable y lo que indagó con catedráticos del Instituto Cervantes de la Lengua de España en la investigación acerca del valor económico del idioma castellano.
Estos temas fueron abordados en la visión de una mejor competitividad, el impacto de la misma en la posibilidad de la inclusión social y con la mayor ganancia para el País, Campero sostuvo que aún la mejora del precio de nuestros productos de exportación, el deterioro de los términos del intercambio sigue siendo negativos si se tiene en cuenta el balance tecnológicos y las diferencias en los costos marginales, crecientes para incrementar la producción y exportación de los productos argentinos y decrecientes en los bienes que importamos. “Una nueva mirada para analizar los términos del intercambio”. Su visión fue optimista sobre las oportunidades argentinas y entiende que las batallas principales hay que darla a nivel político y que se impone una importante renovación en las elites ya que en la actual está el mayor sesgo contra la modernización:"Estamos siendo conservadores. Tenemos mas temor que deseos de cambio".
Fue crítico con lo dicho por la Presidenta en la UIA respecto a un “dólar altísimo” por el carácter de la coyuntura internacional con lo que la afirmación resultaba con un fuerte sesgo proimportador.
En lo teórico refutó la idea del equilibrio neoclásico en la que se asientan las modernas teorías del crecimiento y desde la idea del cambio técnico y la innovación (que moviliza cambios en la producción, la sociedad y la política) y de los que habían dado cuenta Adam Smit, David Ricardo y Marx. Desde esa perspectiva criticó las miradas de Cavallo y de Prat Gay sobre la crisis financiera y, de este último, respecto al campo, en tanto incluye, a la agricultura, como un sector de la economía con novedosas peculiaridades en tanto segmento del mercado mundial. Además que fue objeto de cambios tecnológicos que lo incluyen en una trama productiva novedosa que se acerca más a la industrial. Definió que “las semillas son una científico intensivo con estructura tecnológica y proceso fragmentados en un ámbito temporal global” y que el dominio tecnológico de las megaempresas internacionales que se apropian de parte de la renta agrícola y que había que contrarrestar con políticas especificas.
Su aporte no fue solo es teórico sino de evidencias empíricas argentinas y extranjeras (en algunas de ellas participó). Además insiste, “si estamos en una era en donde los mayores descubrimientos serán en las aplicaciones de lo ya descubierto, la economía argentina tiene una oportunidad fantástica si damos cuenta de la dotación científico y tecnológica y de la necesidad de apostar fuerte a la investigación, el desarrollo y la innovación”. Igualmente por las PYMES que eran las más flexibles y que el Observatorio de la Provincia de Buenos Aires evidenciaban su dinamismo a nivel de medianas.
Auspició un consenso político para definir el nuevo rol de la agricultura a la luz de las innovaciones ocurridas y desde allí pasar a la definición de políticas especificas sobre derechos de exportación, entre otras cosas. La Conferencia será publicada en el Portal del MPA.
miércoles, 24 de septiembre de 2008
Nota 185: POLÍTICA DE EXPORTACIONES Y SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
en miércoles, septiembre 24, 2008
Publicado por Ricardo Campero
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