25 ANIVERSARIO DE NUESTRA VICTORIA SOBRE LA DICTADURA MILITAR, LA BUROCRACIA SINDICAL Y EL PARTIDO DE LA ANMISTIA.
En España recién están avanzando sobre los asesinatos franquistas. En la ex Yugoeslavia solo la presencia de la UE y la OTAN posibilitó qué aún hoy se sigan descubriendo genocidios. En ningún otro país del Mundo se pasó de dictadura a democracia escalareciendo lo que pasó y condenando al comando de la muerte, como fue el caso del Gobierno de Alfonsín. El Diario Radical recuerda el 20 de setiembre de 1984.
“El 20 de Septiembre de 1984 los miembros de la CONADEP presentaron en la casa de gobierno su Informe Final. Fue uno de los momentos más emocionantes de mi gestión presidencial. Una multitud silenciosa colmaba la Plaza de Mayo. Sábato entregó las abultadas carpetas y pidió la pronta publicación del material. Hacerlo conocer a la opinión pública nacional e internacional era, precisamente, uno de los objetivos que teníamos….
Nunca Más: Informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas es, sin duda, uno de los documentos más desgarradores de nuestra historia. Con minuciosidad, sin el empleo de frases altisonantes, con el simple expediente de acumular datos comprobados y de transcribir declaraciones formuladas en las denuncias, pone en evidencia la tragedia que vivió nuestro país. Después del Nunca Más, nadie en la Argentina puede ignorar o negar lo ocurrido durante la dictadura.”
Con estas simples pero contundentes palabras, Raúl Alfonsín describe aquel momento en que los integrantes de la CONADEP, acompañados por más de 70.000 personas en las calles hicieron entrega del informe final sobre la ardua tarea encomendada.
La CONADEP, que hizo una tarea extraordinaria presidida por Ernesto Sábato, fue realmente muy importante porque sirvió de mucho para que los fiscales en el Juicio a las Juntas tuvieran elementos de juicio como para pedir las penas que correspondían.
La posición que el Radicalismo había dicho en la campaña, que había tres niveles de responsabilidad; el primer nivel era el de los que habían dado las órdenes, es decir las juntas. Nosotros ya teníamos condenado a (Ramón) Camps y a (Guillermo) Suárez Mason, y procesados a varios más. De esta manera empezó el gobierno pero siguiendo adelante porque no era posible edificar la democracia sobre la base de una ausencia ética.
La CONADEP fue formada luego que la democracia fuera devuelta a la Argentina en 1983, con el objetivo de investigar a los miles de desaparecidos durante el gobierno militar. La comisión recibió evidencias acerca de los eventos relacionados con personas desaparecidas y entregó esa información al Presidente Alfonsín el 20 de Septiembre de 1984. La comisión no determinó responsabilidades sino que se encargó de documentar la cronología de los eventos.
Con el objetivo de guardar la objetividad, el Poder Ejecutivo decidió que la comisión estuviera compuesta por individuos con prestigio nacional e internacional, elegidos por su consistencia en la lucha por los derechos humanos. Representarían diferentes afiliaciones políticas e ideologías.
Las personas elegidas trabajaron ad honorem. Estas fueron: Ricardo Columbres, Rene Favaloro, Hilario Fernández Long, Carlos T. Gattinoni, Gregorio Klimovsky, Marshall T. Meyer , Jaime F. de Nevares, Eduardo Rabossi, Magdelena Ruiz Guiñazú Ernesto Sábato. Graciela Fernández Meijide fue su secretaria.
Por el mismo decreto el Gobierno invitó a las dos Cámaras del Congreso a enviar tres representantes para que trabajaran junto con la Comisión. Sólo la Cámara de Diputados envió a representantes: Santiago Marcelino López, Hugo Diógenes Piucill, Horacio Hugo Huarte. La Cámara de Senadores, con mayoría Justicialista, no envió representantes, posición coherente con la asumida por su candidato presidencial que había asegurado que respetaría la decisión de los dictadores que dictaron su propia y vergonzante “auto amnistía”.
El 15 de diciembre de 1983 Alfonsín sancionó los decretos 157/83 y 158/83. Por el primero se ordenaba enjuiciar a los dirigentes de las organizaciones guerrilleras ERP y Montoneros; por el segundo se ordenaba procesar a las tres juntas militares que dirigieron el país desde el golpe militar del 24 de marzo de 1976
Nunca Más: Informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas es, sin duda, uno de los documentos más desgarradores de nuestra historia. Con minuciosidad, sin el empleo de frases altisonantes, con el simple expediente de acumular datos comprobados y de transcribir declaraciones formuladas en las denuncias, pone en evidencia la tragedia que vivió nuestro país. Después del Nunca Más, nadie en la Argentina puede ignorar o negar lo ocurrido durante la dictadura.”
Con estas simples pero contundentes palabras, Raúl Alfonsín describe aquel momento en que los integrantes de la CONADEP, acompañados por más de 70.000 personas en las calles hicieron entrega del informe final sobre la ardua tarea encomendada.
La CONADEP, que hizo una tarea extraordinaria presidida por Ernesto Sábato, fue realmente muy importante porque sirvió de mucho para que los fiscales en el Juicio a las Juntas tuvieran elementos de juicio como para pedir las penas que correspondían.
La posición que el Radicalismo había dicho en la campaña, que había tres niveles de responsabilidad; el primer nivel era el de los que habían dado las órdenes, es decir las juntas. Nosotros ya teníamos condenado a (Ramón) Camps y a (Guillermo) Suárez Mason, y procesados a varios más. De esta manera empezó el gobierno pero siguiendo adelante porque no era posible edificar la democracia sobre la base de una ausencia ética.
La CONADEP fue formada luego que la democracia fuera devuelta a la Argentina en 1983, con el objetivo de investigar a los miles de desaparecidos durante el gobierno militar. La comisión recibió evidencias acerca de los eventos relacionados con personas desaparecidas y entregó esa información al Presidente Alfonsín el 20 de Septiembre de 1984. La comisión no determinó responsabilidades sino que se encargó de documentar la cronología de los eventos.
Con el objetivo de guardar la objetividad, el Poder Ejecutivo decidió que la comisión estuviera compuesta por individuos con prestigio nacional e internacional, elegidos por su consistencia en la lucha por los derechos humanos. Representarían diferentes afiliaciones políticas e ideologías.
Las personas elegidas trabajaron ad honorem. Estas fueron: Ricardo Columbres, Rene Favaloro, Hilario Fernández Long, Carlos T. Gattinoni, Gregorio Klimovsky, Marshall T. Meyer , Jaime F. de Nevares, Eduardo Rabossi, Magdelena Ruiz Guiñazú Ernesto Sábato. Graciela Fernández Meijide fue su secretaria.
Por el mismo decreto el Gobierno invitó a las dos Cámaras del Congreso a enviar tres representantes para que trabajaran junto con la Comisión. Sólo la Cámara de Diputados envió a representantes: Santiago Marcelino López, Hugo Diógenes Piucill, Horacio Hugo Huarte. La Cámara de Senadores, con mayoría Justicialista, no envió representantes, posición coherente con la asumida por su candidato presidencial que había asegurado que respetaría la decisión de los dictadores que dictaron su propia y vergonzante “auto amnistía”.
El 15 de diciembre de 1983 Alfonsín sancionó los decretos 157/83 y 158/83. Por el primero se ordenaba enjuiciar a los dirigentes de las organizaciones guerrilleras ERP y Montoneros; por el segundo se ordenaba procesar a las tres juntas militares que dirigieron el país desde el golpe militar del 24 de marzo de 1976
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