El Político y el Científico es una compilación de excelentes notas. Un buen libro para mirar los intereses teóricos y apuestas militantes de Juan Carlos Portantiero. En la exploración se encontrará explicaciones al por qué no existió un movimiento obrero socialista fuerte en la Argentina (Juan Carlos Torres), las peculiaridades del radicalismo latinoamericano en un tránsito para un programa socialista para América Latina (Roberto Gargarella), la cuestión del empate hegemónico explicado desde el diálogo entre la economía y la Política (Pablo Gerchunoff), la cuestión de los intelectuales en su vinculación con la cosa pública (Hugo Quiroga) y las Reflexiones Espectaculares de Emilio De Ipola sobre la teoría del populismo de Ernesto Laclau que enriquecen el análisis que estamos haciendo sobre la misma en tanto presumida base teórica del Kirchnerismo. Un libro que hubiera sido de lectura obligada en nuestra militancia en la Franja Morada (¿Que leen hoy nuestros militantes juveniles?) y matriz de debates interminables con Eduardo Garat en sus tiempos de anarquista y el "Russo" Karacachoff en su búsqueda de la racionalidad peronista para un encuentro teórico para la unidad nacional. Ambos asesinados por la Dictadura.
Torres nos entrega pistas sobre por qué no hubo un movimiento obrero importante desde el radicalismo que nos permite explicar el por qué fueron más importante los militantes trabajadores radicales en las luchas por su clase en tiempos de dictadura (Scipione, Capilo, los entornos de Tosco y Pichinini) que durante la democracia que deja sin sentido a la OTR (de la que no registra pistas la burguesía argentina) y que en mi Provincia tomaron al pie de la letra el mandato (Marx y Engel) "Proletarios del mundo, Unios", pero para sumarle monolíticamente unidos votos al MODESO en las convenciones provinciales y ser una cosa burocrática inexplicable en la totalidad el Partido. Werner Sombart lo auxilia (a Torres) en su indagatoria del por qué no hubo movimiento socialista en Estados Unidos y el efecto de las sincronías o asincronias de las luchas por los derechos políticos respecto a los sindicales en los movimientos de masas en donde no se puede dejar de indicar que las conquistas políticas de los suecos es de los primeros años del siglo pasado y coincidente con las sociales.
Portantiero, y esto a nuestros efectos más cercanos, fue un incidente en el pensamiento de Alfonsín y con De Ipola brillaron en el Programa de Parque Norte de cuya presentación por Alfonsín al Comité Nacional de la UCR el proximo 5 de diciembre harán 24 años y en la busqueda del ex Presidente de un Programa que resuelva la ética de la solidaridad, la lealtad democrática y la modernidad desde los acuerdos nacionales.
Los radicales latinoamericanos nos legaron una lucha llena de dificultades entre las que se destaban la "contra la dependencia -personal y colectiva- y contra la explotación del hombre por el hombr, y la defensa de una idea de libertad que no se relaciona con el "dejar hacer y dejar pasar" sino con la posiblidad de que cada uno desarrollara su vida conforme a sus propias decisiones" (Gargarella).
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