El muro en la Puerta de Brandemburgo. Miramos el punto de encuentro de la Segunda Guerra Mundial con la Guerra Fria.
La renovación de mi pasaporte para lo que me apoyó Mario Amaya que referí en la Nota http://ricardocampero.blogspot.com/2007/10/amaya-mario-abel.html fue para ir a Alemania Oriental, a la Feria Internacional de Leipzing, que es de los más tradicionales encuentros comerciales. Era del Director del Pabellón Argentino (1) y recuerdo que viajé con un Director del Banco de la Ciudad de Buenos Aires que se llamaba Guillermo Brown, compañero de camada de Perón y marino, retirado por cierto. Por él conocí mucho el Perón hasta su exilio (y por otro amigo común español), su estancia en España. Arribamos a Berlín para una gran paradoja. Un alto funcionario de la República Democrática Alemana me sugirió hacer “rendir” más los dólares que llevaba comprando marcos orientales (sic) pero en Berlín Occidental a donde llegué por una aerolíneas holandesa. Lo hice y en Berlín Oriental me robaron todo de un modo que jamás me lo expliqué. Unos 10 mil dólares para los gastos del stand que convertidos de ese modo eran una suerte de 30 mil lo que explica los agujeros económicos de la situación de una ciudad enclavada en la RDA y dividida en su sistema económico casi por la mitad y por un muro. Y el mío un agujerazo para solventar los gastos de nuestra participación.
Precisamente fue la económica la explicación que me dieron sobre los fundamentos del muro. Yo experimenté, tal lo dicho, una promovido por la burocracia que me daba cuenta, paradojalmente, esta perspectiva y que sin la división la gente trabajaba y ganaba mejor en la parte oriental y gastaba ese dinero en la Occidental no obstante ser más caro y los occidentales abastecían sus hogares en la zona oriental. La feria, además de las oportunidades comerciales sobre todo en Europa Oriental donde teníamos la mayoría de nuestros clientes (lo que no se alteró con la dictadura) sino recién con el colapso del CAME, que era la continuidad del COMECON o mercado común del bloque soviético. Regresé por Berlin y experimenté esas diferencias de costos por lo que gran tiempo (quizás 3 días) residía en un hotel de la parte oriental y pasaba mis mejores momentos en Berlín Occidental no obstante la angustia de tener que gestionar las reparaciones del caso por esa pérdida de dinero. El muro me impresionaba. En algunos casos atravesaba casas que fueron desabitadas.
Pasaba por el puente Charlis (uno de los pasos) muy riguroso militarmente en un lado y flexible en el otro controlado por soldados norteamericanos promotores perfectos de la diferencia tanto como los otros estúpidos. . Vestigios de la segunda guerra en el primer caso y moderna ciudad en el otro sin esos rastros.
Quizás por la situación dicha en materia de mi situación viví preocupado lo que pasó a ser angustioso cuando deduje de un diario alemán que ocurrió el golpe en Argentina en el que se derrocaba a Isabel Perón y asumía Videla. Recién me informé de la situación total en París en donde me encontré con Luis “Changüí” Cáceres en una historia verídica que negué en oportunidades de nuestro gobierno (durante el que volví a Leipzing y en otra situación en tanto Secretario de Comercio). La narra Los Herederos de Alfonsín, donde dicen que nos fuimos a ver la película “Garganta profunda” lo cual fue verdad tanto como que nos gastamos para ello lo que teníamos de un modo que a la salida en Pigalle tuvimos que comer pizas sin bebidas y lo que nos acarreo un incidente con un camarero. A Leuco y Diaz, sus autores, no le conté y Changüí dice que tampoco. Habrá sido el boletero del cine.
El golpe (estaba en el corazón del enemigo imaginado por los fascistas argentinos) y la situación de la plata hicieron de mis días de Berlín momentos de angustia que volví a experimentar en 1984 y por otro tema que comentaré en nota posterior (la veda de consumo de carne vacuna por una semana). De entonces recuerdo que “mi amigo” que me recomendó el cambio en Berlín me dijo al despedirme desde su Lada y al lado del muro. “La cosa consiste en que tu puedes ir 100 mts.hacia allí (el oeste) y yo no. Y yo puedo ir 500 mts hacia allá, (el oriente) y vos no”. Me quedé tan perplejo que al cruzar el paso Charly recordé lo que fue “mi estado de hoy en el facebook”. La consigna de la Franja Morada en el Cincuetenario de la Reforma Universitaria y en Rosario: “La libertad es una cosa tan importante que nadie lucha contra ella. Si lo hace es contra la de los demás”. Entonces tenía explicaciones económicas y políticas a las que agregaría otras en le viaje siguiente.
(1) Entre mis actividades profesionales (pocos difundidas) están las como Director de Pabellones o stands argentinos en Ferias y Exposiciones Internacionales. Eso fue en la FISA de Santiago de Chile en 1972 durante el Gobierno de Salvador Allende premiada igual que la participación en Guatemala en e1973 donde concurrimos también a la de Guayaquil. Al año siguiente la dirección fue en la 1 Exposición Argentina en La Habana que coincidió con la muerte de Perón. Eso como Gerente de la Asociación de Importadores y Exportadores de la República Argentina. En 1981 y 1982, ya Gerente de la Cámara de la Industria Curtidora, esas funciones las tuve en el Salón Internacional del Cuero de París.
Precisamente fue la económica la explicación que me dieron sobre los fundamentos del muro. Yo experimenté, tal lo dicho, una promovido por la burocracia que me daba cuenta, paradojalmente, esta perspectiva y que sin la división la gente trabajaba y ganaba mejor en la parte oriental y gastaba ese dinero en la Occidental no obstante ser más caro y los occidentales abastecían sus hogares en la zona oriental. La feria, además de las oportunidades comerciales sobre todo en Europa Oriental donde teníamos la mayoría de nuestros clientes (lo que no se alteró con la dictadura) sino recién con el colapso del CAME, que era la continuidad del COMECON o mercado común del bloque soviético. Regresé por Berlin y experimenté esas diferencias de costos por lo que gran tiempo (quizás 3 días) residía en un hotel de la parte oriental y pasaba mis mejores momentos en Berlín Occidental no obstante la angustia de tener que gestionar las reparaciones del caso por esa pérdida de dinero. El muro me impresionaba. En algunos casos atravesaba casas que fueron desabitadas.
Pasaba por el puente Charlis (uno de los pasos) muy riguroso militarmente en un lado y flexible en el otro controlado por soldados norteamericanos promotores perfectos de la diferencia tanto como los otros estúpidos. . Vestigios de la segunda guerra en el primer caso y moderna ciudad en el otro sin esos rastros.
Quizás por la situación dicha en materia de mi situación viví preocupado lo que pasó a ser angustioso cuando deduje de un diario alemán que ocurrió el golpe en Argentina en el que se derrocaba a Isabel Perón y asumía Videla. Recién me informé de la situación total en París en donde me encontré con Luis “Changüí” Cáceres en una historia verídica que negué en oportunidades de nuestro gobierno (durante el que volví a Leipzing y en otra situación en tanto Secretario de Comercio). La narra Los Herederos de Alfonsín, donde dicen que nos fuimos a ver la película “Garganta profunda” lo cual fue verdad tanto como que nos gastamos para ello lo que teníamos de un modo que a la salida en Pigalle tuvimos que comer pizas sin bebidas y lo que nos acarreo un incidente con un camarero. A Leuco y Diaz, sus autores, no le conté y Changüí dice que tampoco. Habrá sido el boletero del cine.
El golpe (estaba en el corazón del enemigo imaginado por los fascistas argentinos) y la situación de la plata hicieron de mis días de Berlín momentos de angustia que volví a experimentar en 1984 y por otro tema que comentaré en nota posterior (la veda de consumo de carne vacuna por una semana). De entonces recuerdo que “mi amigo” que me recomendó el cambio en Berlín me dijo al despedirme desde su Lada y al lado del muro. “La cosa consiste en que tu puedes ir 100 mts.hacia allí (el oeste) y yo no. Y yo puedo ir 500 mts hacia allá, (el oriente) y vos no”. Me quedé tan perplejo que al cruzar el paso Charly recordé lo que fue “mi estado de hoy en el facebook”. La consigna de la Franja Morada en el Cincuetenario de la Reforma Universitaria y en Rosario: “La libertad es una cosa tan importante que nadie lucha contra ella. Si lo hace es contra la de los demás”. Entonces tenía explicaciones económicas y políticas a las que agregaría otras en le viaje siguiente.
(1) Entre mis actividades profesionales (pocos difundidas) están las como Director de Pabellones o stands argentinos en Ferias y Exposiciones Internacionales. Eso fue en la FISA de Santiago de Chile en 1972 durante el Gobierno de Salvador Allende premiada igual que la participación en Guatemala en e1973 donde concurrimos también a la de Guayaquil. Al año siguiente la dirección fue en la 1 Exposición Argentina en La Habana que coincidió con la muerte de Perón. Eso como Gerente de la Asociación de Importadores y Exportadores de la República Argentina. En 1981 y 1982, ya Gerente de la Cámara de la Industria Curtidora, esas funciones las tuve en el Salón Internacional del Cuero de París.
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