Con el Primer Ministro de la RDA Erich_Honecker y Embajador Candiotti.
En marzo de 1985 visité por segunda vez la República Democrática Alemana, RDA o Alemania Oriental. Fui a la Feria de Leipzing de nuevo con angustias (1)y como la señalaba en la nota Estuve en esa ciudad y en Berlín Oriental.
Recorriendo una de las muestras internacionales más importantes del mundo advertí la brecha tecnológica que se había consolidado entre los países de la órbita socialista y los capitalistas desarrollados y el agotamiento de los estímulos (condiciones subjetivas de producción) para seguir la competencia. Igualmente el papel que el desarrollo de los medios de comunicación iba teniendo frente a los desafíos de la libertad e independientemente de la propaganda que, también, cumplía su rol. Al contrario de China, los países europeos de economías centralmente planificada no pudieron regenerar su sistema y habían agotado sus reservas para la competitividad, inclusive las medioambientales. Llegaron hasta casi secar el Mar Aral y el desastre de la planta nuclear de Chernobyl (1986) hizo lo suyo. Además, la estructura era una suerte de imperialismo al revés. La eficiencia de las economías de la RDA, Checoslovaquia, Polonia, Bulgaria, etc. estaba determinada por las externalidades que les proveía la URSS en una interrelación que fue debilitando a todos.
Un verdadero jaque, aunque Gorbachov diga la contrario, fue la convergencia del incremento norteamericano de la carrera armamentista y otros desafíos de Reagan y la consagración de un sacerdote polaco en la Santa Sede como Papa rompiendo la tradición de la italianidad. Juan Pablo II pasó a ser una bandera de los polacos que fueron vanguardia en la disolución del sistema desde las luchas de Solidaridad.
Condiciones políticas y económicas, entonces, determinaron el “desmerengamiento”. Una frase de Fidel Castro refiriéndose al debacle del mundo comunista. Para Gorbachoff fue la decisión de no ingerencia de la URSS en los otros países con la liquidación de la teoría Breznev (de soberanía limitada). En todos los casos, y en los espacios económicos y políticos, en el centro de la escena aparecía la cuestión de la libertad. Y al haberse agotado las utopías frente al desarrollo burocrático, los estímulos morales se evaporaron.
La crisis internacional era muy grave, entonces. Abarcaba a los países grandes y chicos, capitalistas y socialistas, desarrollados y subdesarrollados. La URSS no tenía la fortaleza stalinista de la de los 30 ni la económica por las materias primas de la de los 70. Y para salir de la crisis había previamente que revalorizar nuevos paradigmas. Estaban agotados, por eso se “desmerengaron” sin disparar un solo tiro.
Si prever, obviamente, el derrumbe del muro me dije en Leizping. “Esta ciudad va ser clave en un proceso de liberación por que acá la población, en su Feria que viene del medioevo, tiene para comparar los desarrollos respectivos”. Y esto se lo advertí a Fidel Castro en la continuación de mi Misión en un diálogo de más de 4 hs. altamente positivo para mí y nuestra gestión y en la que evidencié mi mirada sobre el proceso y comparando mi visita de 1976 que narro en la nota anterior..
No me equivoqué. La ciudad de Leipzig pasó a la historia debido a las manifestaciones de los lunes (Montagsdemonstrationen) de 1989, las cuales le dieron el impulso necesario a la reunificación alemana.
La ciudad de Leipzig tiene una gran tradición musical la cual debe agradecer, entre otros, a Johann Sebastian Bach y Felix Mendelssohn. La Orquesta de la Gewandhaus y el Coro de Santo Tomás. La actual Canciller alemana es de allí en tanto fortaleza de la Democracia Cristiana. .
La caída del Muro fue el principio del fin más tangible del socialismo real..
Es verdad que mucho de estos países sufrieron luego a nivel de guerras (Yugoeslavia), desmembramientos y el emerger de las mafias inflacionando el tráfico internacional de armas y personas. No podía ser de otro modo. No había sistema que contenga la disolución de un orden internacional como al hasta entonces existente. Y tampoco el capitalista no ha resuelto las dimensiones de la libertad que impulsaron la caída del muro: El hombre no es libre si no deviene de una sociedad libre. La libertad es tan importante que nadie lucha contra ella sino contra la de otros. Consignas muy claras en nuestra lucha contra la dictadura, en la que murió mucha más gente que en el “desmerengamiento” desde la caída del Muro. En la que los soviéticos, dicho sea de paso, fueron los que mas sangre aportaron para la derrota del nazismo.
(1). Viajé ya como Secretario de Comercio para desarrollar alternativas frente a las crisis de los mercados. Los de Europa del Este eran nuestros principales clientes y había que dar continuidad a los contratos de suministros. La cuestión es que antes de partir impusimos la veda de consumo de carne vacuna por una semana. No tuvimos alternativa por la propensión marginal al consumo de nuestra población en donde la mejora de los ingresos iba al consumo de carne impactando en los precios y en el nivel de inflación. Eran épocas de record de consumos de carne en la serie histórica y el rodeo se había disminuido durante la dictadura. Una medida impopular que generó un gran costo a mi gestión aún cuando logramos el efecto esperado. El resultado de la Misión fue exitoso por las exportaciones aseguradas, inclusive a Cuba con un nuevo sistema de créditos que estimuló las exportaciones regionales y de servicios asegurando cobrarse por un sistema revolving. Pero la angustia estaba por las noticias que nos llegaba y la impotencia de la distancia para aportar a la resolución de un problema político del que asumimos su responsabilidad.
lunes, 9 de noviembre de 2009
Nota 458: 20 Aniversario de la caída del Muro de Berlín. Recuerdos de una visita oficial en las visperas del desmerengamiento.
Publicado por Ricardo Campero
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario