El papel de la empresa en la economía y la importancia de su desarrollo nacional fue incorporado ya por Belgrano desde una visión mas profunda que la lucha por el libre comercio contra el monopolio español. La promoción de una clase empresaria pegada al País, y sus factores sociales, ha estado presente en el pensamiento argentino, particularmente el radicalismo y el peronismo. Lisandro de la Torre fue un visionario, también al respecto. Nacionalizar y no desnacionalizar fue el sesgo de gobiernos tales signos políticos.
La desnacionalización de empresas durante el Gobierno actual ha sido insólita, por calidad y cantidad, y contradictoria con su mirada de la burguesía nacional. Alpargatas es el ultimo caso de extranjerización y ocurrió esta semana. Además de la desilusión de los pequeños accionistas por el trato discriminatorio y soez, una mirada más amplia nos permitirá observar un proceso preocupante que enfrentaremos con firmeza.
Cuando una empresa se vende al exterior los mejores salarios y el I+D (Investigación y Desarrollo) pasan al País de la casa matriz (Esto se discutió en el propio gabinete de Bill Clinton). En términos nacionales y sociales es algo mas que la compraventa de un patrimonio particular. Son “negociaciones” de impacto superior que debe monitorear el Estado para asegurar soberanía en el comercio exterior de la empresa, su balance de pagos y la relación con el I+D. Brasil, uno de los principales beneficiarios de este proceso lo hace y bien. Y ni que decir España.
Una legislación protectora de esos valores impulsaremos en Argentina con otros efectos mayores a la transparencia bursátil y la defensa de la competencia. La legislación mundial tiene antecedentes como para no caer sesgos antiinversionista.
El gobierno actual creó una oficina de inversiones extranjeras, con sueldos a los que nadie refiere por lo insólito. No obstante, las extranjerizaciones superan a las nacionalizaciones de filiales extranjeras de empresas que estaban en oferta en el País.
Kirchner predicó a favor del desarrollo de una burguesía nacional. Pero no asumió que no hay una sola burguesía nacional y que las misma además de beneficiarse con políticas promocionales deben contemplar un compromiso nacional. Es una negociación capitalista como cualquier otra pero firme para no resultar prebendaría cuando de fortalecer lo propio se trata.
Firmas extranjeras, sobre todo latino americanas, se quedaron con empresas emblemáticas de la Argentina. Por lo general productivas, mientras que las nacionalizaciones fueron vinculadas a los servicios públicos con rentabilidad controlada. No vendemos, nos compran en sus términos en el primer caso. No compramos, nos venden en sus condiciones en el segundo.
En las últimas semana se registraron cinco extranjerizaciones: además de la compra de la textil Alpargatas por la brasileña Camargo Corrêa. El frigorífico brasileño Friboi compró Swift, CEPA y Quickfood (Paty) y Col-Car. ArcelorMittal de la India se está quedando con Acindar. La cadena de materiales de la construcción Blaisten pasó de manos del Banco Galicia a las de la chilena Cencosud (Jumbo/Easy). La Cervecera, dueña de las marcas Bieckert y Palermo, fue vendida a CCU.
La mexicana Televisa le compró la Editorial Atlántida a los Vigil. Otro mexicano, Ángel González, adquirió Canal 9, que pertenecía a Daniel Hadad. La india Punjab Chemicals and Crop Protection se quedó con Síntesis Química. La alemana Mahle se apropió de la autopartista Edival en Rafaela y la chilena Falabella, de Pinturerías Rex. Algunas de ellas son en tanto protección o promoción estatal que se reflejan en su patrimonio.
El año pasado, la belga InBev adquirió lo que aún no controlaba de la cervecera Quilmes, y que se encontraba en poder de la familia Bemberg. La estadounidense Western Union ya es dueña de Pago Fácil, que fue controlada por Macri. The Exxel Group le vendió la tarjeta Argencard a la norteamericana First Data. En 2005, Amalia Lacroze de Fortabat vendió la cementera Loma Negra, también a Camargo Correa. La chilena Bethia adquirió la láctea Milkaut. Puma compró la fabricante de calzado Unisol. En 2004, la mexicana Bimbo se apoderó de la panificadora Fargo.
Telmex se quedo con CTI, que en parte pertenecía al grupo Clarín, con Techtel de Techint- y en 2006 con Ertach –lider en comunicaciones inalámbricas.
Resultados elocuentes que no tendrán en cuenta jamás lo que Argentina pierde en términos de comercio internacional, salarios de sus profesionales e Investigación y Desarrollo.
Néstor Kirchner navega sin rumbo en temas estratégicos. Y al entrar en contradicción con sus propias banderas hace lo más fácil, las arría. Este es un caso elocuente y vamos para que la mejor inserción internacional, los mejores salarios y el I+D sean favorables al País.
viernes, 12 de octubre de 2007
Nota 35. DESNACIONALIZACION DE EMPRESAS. El triste final de la visión K sobre la burguesía nacional.
Publicado por Ricardo Campero
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