lunes, 7 de diciembre de 2009

Nota 468. Y DALE CON LOS CELULARES. DE NUEVO CONTRAMANO

Hay grupos sociales, en países como el nuestro, que tienden a imitar el consumo a los de los países centrales. Son las denominadas sociedades de consumo periféricas (R. Prebish (La economía argentina). Usan y consumen bienes que la por lo general son superfluos e importados.
Esa imitación cunde en la pirámide social nacional con lo que la propensión marginal al consumo se hace elevada en las sociedade de consumo periferica.
La propensión marginal al consumo mide cuánto el consumo de una persona se incrementa o se redirecciona en la evolución de su renta disponible en una unidad monetaria. Es decir: es la proporción de una unidad monetaria adicional de ingreso disponible que se gastará en consumo adicional.
El teléfono celular (y no es superfluo ni suntuario) ha sido el icono de los últimos tiempos de la orientación de esa propensión del mismo modo que la manía de gravarlos impositivamente. Dos veces en poco tiempo como lo fueron, en el primer caso, para disuadir la importación o encarecerla en beneficio de su producción en Tierra del Fuego (como si de esto se tratara para decidir una producción en las NTICs (Nuevas tecnologías de la Información y las comunicaciones)). En segundo lugar gravando la comunicación en apoyo al deporte amateur tal lo acontecido en la legislación reciente.
Dos errores en la perspectiva de la organización de la Sociedad de la Información del que el celular es una herramienta para su difusión y para achicar la brecha digital. Y si se concluyera que las importaciones y el consumo (esto último improbable) lo mismo ocurrirían, la pregunta sería y por qué no destinan el resultado a la promover la informatización de la sociedad financiando computadoras para los estudiantes. Esto es, una transferencia intrasectorial de recursos basada basadas en una mirada estratégica. La cuestión del financiamiento del deporte amateur es otra cuestión en la que la variable de ajuste no puede ser el incremento de la brecha digital. En http://ricardocampero.blogspot.com/2009/11/nota-461-la-viabilidad-de-la.html ya expresamos nuestra oposición a éstas prácticas que, al fin y al cabo, está a la altura de un dato de la política argentina en la sociedad de la información. Esto es, estamos en los peores rangos en lo que respecta el entender de su significado. A la altura del Paraguay y muy por debajo de Uruguay y Chile.
En http://www.telefonica.com.ar/corporativo/sociedaddelainformacion/pdf/192-220.htm hay un análisis acabado del estado de la SdI en el País y en el que participamos como experto. Allí di cuenta de que acontezcan cosas como ésta a contramano de la nueva economía.

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