miércoles, 16 de diciembre de 2009

Nota 477. EL FIN DE LA CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL O EL RETORNO TRIUNFAL DE KEYNES.

Ludwing Erhard de Furt le ganó a Carlos Marx de Tréveris. Consigna arrogante si la había en la década de los 90 con el auge neoliberal y el “desmerengamiento de la Unión Sovíetica”. Se refería al Canciller autor del milagro alemán sustentado en la trayectoria histórica de la industria reconstruída por el Plan Marshall y un plan antiinflacionario y monetario eficaz en la postguerra. Respecto al "padre ideológico" del socialismo real. Pura apología política de la Economía Social de Mercado que reivindicara Alvaro Alzogaray por estas tierras. Como que el estado promotor si había esfumado ante el mercado con poderes mágicos.
La crisis económica internacional ha cesado y lo que advertíamos realmente ocurrió: no se trataba de cuán profuda era, comparada a las anteriores, sino del arsenal disponible para enfrentarla. Obama lideró una presencia del Estado impensada por los “victoriosos de los 90” que entre otras cosas pusieron de rodillas a América Latina en la década de los 80 como siembra cosechada en la decada siguiente. La presencia de los Estado de modo activo fue central en la reversión de la crisis y el rol de China y la India en la economía mundial iban a jugar un papel central. La categoría Estado volvió a cobrar importancia y en Brasil encontraba una expresión progresista por estas latitudes. Una definición atinada: los estados nacionales fueron el pilar del orden global e incluyó la pulverización de las tentaciones proteccionistas típicas de las crisis y como un dato de ésta. La globalización no hubiera sobrevido, entonces.
Tal como lo dijimos hace un año, los precios internacionales de nuestras materias primas se revierten y los de los alimentos diferenciados (empaque, marcas, orígen, etc.) no sufrirían. Volvieron los del auge en las materias primas, menos la crema de la especulación financiera. Por haber sido de un ciclo muy corto es imposible apreciar el impacto de y en las tecnologías como ocurriera en crisis anteriores. Pero por mil motivos las referentes a los combustibles renovables están en un auge que no tiene techo y la Conferencia de Copenague será un impulsor adicional.
Y todo desde políticas nacionales que en los análisis fueron encuadrados como de pura cepa keynesiana. Algunos, los neoliberales, para convertir al estado gendarme en también bombero para que luego de apagados los fuegos de la crisis se retire. Otros que pujan para que se quede. En terminos, quizás apologéticos también, estamos viviendo las navidades del retorno triunfal de Keynes. Lástima que nuestro estado haya sido desmantelado. Por el peronismo en tiempos de manifestaciones menemista. Ellos son discipulos de Ludwing Erhard de Furt o John Maynard Keynes de Cambridge y algunos pretendieron serlo de Carlos Marx de Tréveris. De Cavallo de San Francisco de Córdoba o de Moreno de Santa María de los Buenos Aires. Les dá igual. Es nuestro problema. El que les de igual. Argentina crecerá en el órden del 4% en su bicentenario. Recuperará su impulso anterior. Pero sin el círculo virtuoso que supieron esfumar con la gestión política de la Resolución 125. La que envejeció a este gobierno que está cumpliendo 2 años.

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