Hay que prever el curso de los acontecimientos de lo contrario nos ganará la improvisación. Se viene “la cosa de Malvinas”. Cameron dijo que “jamás consideraran la soberanía argentina” y los Presidentes del MERCOSUR tomaron decisiones históricas en el compromiso de sus países en el Conflicto, destacándose el Gobierno de Uruguay con acciones simultáneas e inéditas. Hemos tomado iniciativas ante las autoridades partidarias y para no perder la vanguardia en la cuestión.
Ya dijimos que el Kirchnerismo haría del “relato histórico” una cuestión central para influir en la formación cultural argentina. Así como en el 2010 fue el Bicentenario, en el 2012 los focos estarán puestos en Malvinas por el 30 Aniversario de la Guerra. El Primer Ministro inglés, también, ya adelantó intenciones de homenaje en medio de provocaciones colonialistas funcionales a cómo pasar las cosas en tiempos de la crisis que afrontan con Europa. Viviremos un primer semestre sensibilizado y en el que tenemos que incluirnos al lado de lo mejor del progresismo nacional y de nuestros combatientes sin distinción de grados con la sola exclusión de los comprometidos con el terrorismo de estado.
Y el Gobierno se benefició con celebraciones que convocaron a multitudes. Rara la manía de temerle al patriotismo en nombre del antifacismo. Nosotros promovimos un mayor compromiso, inclusive por la incidencia electoral, y al final del año criticamos la indiferencia.
Una particular visión, incidida por las debilidades de la socialdemocracia respecto a las cuestiones nacionales, debilitó nuestro compromiso con cuestiones atinentes a la formación histórica argentina y sus gestas. Socialismo y patriotismo han sido asumido por varios de los nuestros como factores contradictorios. Un fenómeno en las fuerzas progresistas de la periferia que compraron el discurso del centro. El Laborismo Inglés siempre, y el socialismo francés en la Guerra de Indochina, por ejemplo, tradujeron esos conflictos desde el interés colonial. Hasta Ho Chi Min cuando estudiaba en Paris, se levantó contra esta perspectiva que se fundamentaba en los intereses del bienestar de la clase trabajadora francesa.
Muchos de nosotros, y sobre todo Alfonsin que asumió muchos costos, no nos sumamos a la decisión de la dictadura. El ex Presidente fue un crítico desde el primer día. Un "malvinense" como Luis León no dejó de aleantar a los soldados argentinos sin ceder un ápice a su condición opositora. En nuestro caso, acompañamos la movilización popular desde la perspectiva de promover la experiencia política como determinante de una conciencia antimperialista y anticolonial.
Asumo a la Unión Cívica Radical que “no es un simple partido, no es una parcialidad que lucha en su beneficio, ni una composición de lugar para tomar asiento en los gobiernos, sino el mandato patriótico de nuestra solidaridad nacional….” (De la profesión de fe doctrinaria).
En base a esa experiencia estamos promoviendo un gran compromiso partidario al respecto y desde nuestra perspectiva. Con nosotros ocurrió el más grande avance para la recuperación de la soberanía (Gobierno de Illia) y el juzgamiento a jefes militares irresponsables antes y durante el conflicto (Gobierno de Alfonsín). Y una acción diplomática comprometida luego por el Gobierno justicialista de Menem.
En el primer caso y en 1965 ocurrió un trascendente y auspicioso cambio. 94 países en 1965, votaron en la XX Asamblea General de la ONU, la Resolución 2605 que:
- Reconocía la existencia de una disputa territorial entre la Argentina y el Reino Unido.
- Exhortaba a las partes a buscar una solución amistosa y disponía también poner el nombre de Malvinas en la toponimia oficial.
El Reino Unido, por intermedio de su Secretario Principal para las Relaciones Exteriores, Michel Stewart y el gobierno argentino, informaban que efectivamente comenzarían las negociaciones. Sin duda, una de las conquistas más importantes en la historia de la diplomacia argentina.
Para el Gobierno de Alfonsín y Malvinas recomiendo http://www.malvinense.com.ar/smalvi/utj072007/00368.html
Ver opiniones anteriores con referencia directa:
http://ricardocampero.blogspot.com/2010/11/relato.html
http://ricardocampero.blogspot.com/2010/12/relato-543-la-cuestion-nacional-de-la.html
Ya dijimos que el Kirchnerismo haría del “relato histórico” una cuestión central para influir en la formación cultural argentina. Así como en el 2010 fue el Bicentenario, en el 2012 los focos estarán puestos en Malvinas por el 30 Aniversario de la Guerra. El Primer Ministro inglés, también, ya adelantó intenciones de homenaje en medio de provocaciones colonialistas funcionales a cómo pasar las cosas en tiempos de la crisis que afrontan con Europa. Viviremos un primer semestre sensibilizado y en el que tenemos que incluirnos al lado de lo mejor del progresismo nacional y de nuestros combatientes sin distinción de grados con la sola exclusión de los comprometidos con el terrorismo de estado.
Y el Gobierno se benefició con celebraciones que convocaron a multitudes. Rara la manía de temerle al patriotismo en nombre del antifacismo. Nosotros promovimos un mayor compromiso, inclusive por la incidencia electoral, y al final del año criticamos la indiferencia.
Una particular visión, incidida por las debilidades de la socialdemocracia respecto a las cuestiones nacionales, debilitó nuestro compromiso con cuestiones atinentes a la formación histórica argentina y sus gestas. Socialismo y patriotismo han sido asumido por varios de los nuestros como factores contradictorios. Un fenómeno en las fuerzas progresistas de la periferia que compraron el discurso del centro. El Laborismo Inglés siempre, y el socialismo francés en la Guerra de Indochina, por ejemplo, tradujeron esos conflictos desde el interés colonial. Hasta Ho Chi Min cuando estudiaba en Paris, se levantó contra esta perspectiva que se fundamentaba en los intereses del bienestar de la clase trabajadora francesa.
Muchos de nosotros, y sobre todo Alfonsin que asumió muchos costos, no nos sumamos a la decisión de la dictadura. El ex Presidente fue un crítico desde el primer día. Un "malvinense" como Luis León no dejó de aleantar a los soldados argentinos sin ceder un ápice a su condición opositora. En nuestro caso, acompañamos la movilización popular desde la perspectiva de promover la experiencia política como determinante de una conciencia antimperialista y anticolonial.
Asumo a la Unión Cívica Radical que “no es un simple partido, no es una parcialidad que lucha en su beneficio, ni una composición de lugar para tomar asiento en los gobiernos, sino el mandato patriótico de nuestra solidaridad nacional….” (De la profesión de fe doctrinaria).
En base a esa experiencia estamos promoviendo un gran compromiso partidario al respecto y desde nuestra perspectiva. Con nosotros ocurrió el más grande avance para la recuperación de la soberanía (Gobierno de Illia) y el juzgamiento a jefes militares irresponsables antes y durante el conflicto (Gobierno de Alfonsín). Y una acción diplomática comprometida luego por el Gobierno justicialista de Menem.
En el primer caso y en 1965 ocurrió un trascendente y auspicioso cambio. 94 países en 1965, votaron en la XX Asamblea General de la ONU, la Resolución 2605 que:
- Reconocía la existencia de una disputa territorial entre la Argentina y el Reino Unido.
- Exhortaba a las partes a buscar una solución amistosa y disponía también poner el nombre de Malvinas en la toponimia oficial.
El Reino Unido, por intermedio de su Secretario Principal para las Relaciones Exteriores, Michel Stewart y el gobierno argentino, informaban que efectivamente comenzarían las negociaciones. Sin duda, una de las conquistas más importantes en la historia de la diplomacia argentina.
Para el Gobierno de Alfonsín y Malvinas recomiendo http://www.malvinense.com.ar/smalvi/utj072007/00368.html
Ver opiniones anteriores con referencia directa:
http://ricardocampero.blogspot.com/2010/11/relato.html
http://ricardocampero.blogspot.com/2010/12/relato-543-la-cuestion-nacional-de-la.html
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