Asumió el Presidente Frutos. Puso a su gobierno al servicio de la lucha contra la corrupción y por la inclusión social. No solo ha puesto fin a la era del Partido Colorado (que gobernó mas de sesenta años) sino que viene por un Paraguay decente, como base de su política, y por el prestigio internacional. El País hermano es uno de los más atrapados del continente y sufrió el flagelo de una dictadura que duró décadas y que lo sumió al subdesarrollo.
Tanto con Illia como con Alfonsín, el Radicalismo fue el Partido Político argentino que supo distinguir entre pueblo y gobierno. Fue funcional a las tensiones de la relación política la generosidad en materia comercial. Destacamos en ella la regularizaciòn del comercio limítrofe por medio de un acuerdo de trafico fronterizo que dejó de ser, entonces, un reducto de gendarmes con no pocos muertos en su mayoría de humilde condición. Qué política se puede realizar de integración latinoamericana si las fronteras son zonas de tensión?
Recordando ese salto cualitativo de la relación bilateral y mirando por una reparación histórica al País hermano, es justo incorporar en el capítulo principal de nuestra política exterior el apoyo concreto al Presidente Frutos y a su gobierno.
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