Los dirigentes políticos debemos ir por las amenazas reales que están por debajo del comportamiento de los inversores y evitar que se perpetúe una visión que, con clave setentista, reduce los problemas al enfrentamiento del Yo y el Otro. Esa concluye en fuga, extravío y perdida de oportunidades para el País.
El peligro es que la política venza a la economía o que seamos tan locos de perder las oportunidades a mano. Entonces, no nos distraigamos con la polémica previsible por el comportamiento de los mercados y abordemos los problemas reales en su verdadera dimensión.
El camino no es chicaneando por que la Presidenta , en sus raid en helicóptero por el Delta, ve cosechadoras sembrando. Una cuestión "epifenomenica" y superflua.
Leer el aporte de Roberto Frenkel es central para estar a la altura de las circunstancias. Atender lo que dice el Director del CEDES y ex Convencional Nacional de la UCR (una de las eminencias de la macroeconomía argentina cuyo compromiso con lo nacional es innegable. Nuestra oportunidad política no está en el fracaso del gobierno sino en comprender lo que pasa desde el principio de cooperar en lo estrategico para competir en lo político. Veamos en que consiste el dramatismo de "la cosa".
........"El dramatismo que se asocia al proceso inflacionario ......deviene exclusivamente de que las más altas autoridades del país desconocen su existencia, pese a que una gran proporción de los economistas que trabajan en el gobierno son conscientes del problema y están muy preocupados. En mi trabajo profesional junté alguna experiencia sobre ambos temas: sobre inflación y sobre gobiernos, en nuestro país y en exterior. Con ese antecedente a la vista, me permito decir que un panorama como ése es inédito para mí.
ver mas en .......http://www.argentinahola.com.ar/doc/preocupa.pdf
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