Ricardo Alfonsín es desde el jueves pasado el candidato a Presidente de la UCR. Lo ha proclamado su Junta Electoral luego de que Sanz abandonara las elecciones del 30 de abril y que se iba a realizar a su propuesta. En el ritual radical lo será desde el jueves próximo cuando el Comité Federal, que integran también los Presidentes de los distritos, tomen nota de esa decisión. Esto no solamente implica el uso de todos los atributos y símbolos del Partido sino que habilita gestionar la política de alianzas, la constitución de equipos técnicos y demás cuestiones estratégicas dentro de la orgánica partidaria. De este modo se independizó al radicalismo de los tiempos kirchnerista impuesto de manera prepotente. Cobos y Sanz podrán competir con nosotros en agosto en el lema del Frente Progresista y con la alianza que el Partido decida y que para nosotros deben estar en el espíritu del ACyS. Uno progresista. El radicalismo orgánico deberá ajustarse a esta inédita situación ya que los candidatos optaron por pasar directamente a las elecciones primarias y obligatorias de Agosto. Resulta paradójica la situación. Fue Sanz el que propuso independizar al radicalismo de la convocatoria oficial y con su decisión afectó gravemente la competitividad electoral del Radicalismo y que venía recomponiéndose a ritmo acelerado. Hay que mirar los titulares de los diarios del primer mes que daban cuenta de los homenajes a Raul Alfonsín. Ninguno dejó de vincular al acontecimiento con una presunta crisis del Partido. El Senador debió haber medido la oportunidad de su decisión. La que estaba en línea con antecedentes que aparentan propósitos más cercanos a evitar la Presidencia de Alfonsín que procurar su elección. En efecto, su decisión de abandonar la promoción de la candidatura del diputado bonaerense en diciembre fue en las vísperas de un gran acto convocado por su hasta entonces espacio procurando, sin lograrlo, la desmovilización. Ambas cosas vienen a cuento por la espectacular promoción mediática en la construcción de un polo opositor y en el marco de la disputa del gobierno con algunas corporaciones de las comunicaciones. Días antes había tirado a la yugular de "Ricardito" al que lo vinculó al gobierno ahorrándole tareas a Macri y De Nárvaez. Ya en la presentación de su candidatura en el Gran Rex lo había "cruzado" por su relación filial. Algo que a los socialistas chilenos no se le hubiera ocurrido respecto a Frei. Esto es, una línea de actos y dichos que afectan la competitividad radical. Y lo que nadie sañala, el propósito político por el que abandona la contienda por él propuesta. Ir por el voto independiente. Un grave golpe al sistema de Partidos Políticos que se recupera lentamente en el País luego de la crisis del 2001. Sanz no tenía chances de no perder estrepitosamente el 30. No contó con el apoyo de dirigentes o militantes en la mayoría de las Provincias, los que incrementaban su entusiasmo movilizándose por Alfonsín, quien además recogió apoyos fuera de la UCR en donde está el núcleo de su estratégica. Que el Presidente del Comité Nacional, Sanz, procure sustituir la voluntad del afiliado por la del independiente es grave. En un Partido es admisible cuando la complementa pero no la sustituye. Confluye con Cobos en esta perspectiva. Coincidentemente, dos de los tres contendientes de agosto y que no acompañaron a la UCR en las dos elecciones que siguieron a la gran crisis que puso al Radicalismo al borde de la extinción. Sanz auspició a Lopez Murphy hace 8 años y Cobos acompañó a Cristina FK en la fórmula del FPV. Pero lo esencial para la política futura: la decisión de esa sustitución de voluntades que impugna a la política organizada en partidos. Y por sobre todo luego de una campaña publicitaria que no recuerda, por su costo, antecedentes en una elección interna cualquiera fuere la fuerza política. En todo este proceso, además, el esquema de Sanz condenó a "sus radicales" a mirar encuestas adversas entre los que cundió primero la parálisis y luego el terror. Y no pocos de ellos se incorporaron a las filas alfonsinistas luego de la gran subordinación de los intereses generales a de los intereses particulares. El espiritu radical existe. El costo político a nuestra fuerza es importante. La difusión del conflicto y los antecedentes mencionados ya nos ha debilitado. Hay que tener un plan y voluntad para recuperar espacio e intentar llegar al Gobierno. Y en el camino recuperar a uno de los recursos del Partido y para su haber en el futuro inmediato: Sanz. Esto será posible si él cree en la ideología como base de toda articulación y gestión política. Yo dudo y quiero equivocarme. Mi duda consiste en que él realmente no crea que la vieja contradicción continúa siendo un obstáculo en el camino del Radicalismo al poder:LA CAUSA CONTRA EL RÉGIMEN. Pasado mañana tendrá el Radicalismo su candidato y saldrá a defender su autonomía de las corporaciones mediáticas. Y esto es un motivo de alegría. Obviamente que abonaremos la tarea de unidad para que los equipos de los otros confluya con el nuestro. Para que las casas del Partido sea de todos. En el sentido de cuando recibimos a un amigo y le decimos "mi casa es tu casa". Ricardo Alfonsín Presidente de la Nación es un duro golpe a las pretenciones Kirchneristas.
lunes, 4 de abril de 2011
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