jueves, 20 de septiembre de 2012

Nota 571: HUMOR Y POLÍTICA. PRENSA Y RELATO. Yo no me enojé por esto


Adelina de Viola y Manzano fueron personajes centrales del menemismo. Esa tapa es a propósito de una cirugía plástica. Ambos promovieron una alianza mediática con el cubano gusano Más Canosa. Manzano es una de las claves k para la guerra mediatica de nuestras cabezas.



El humor político es un modo de periodismo o incidencia en el relato de larga data en Argentina. Esta nota de Página 12, sería bueno la repita, da cuenta de su evolución. Del comportamiento de militares, peronistas y radicales respecto al mismo lo que señalé estos días en mi facebook.
No es destituyente, tampoco de la cadena del odio ni nada que se le parezca. Simplemente un modo de comunicar y también de recepcionar según la predisposición a la libertad. Y supo ser un factor central de la democratización con la Revista Humor.


Inimaginable Alfonsín agraviado por ésto. 


 Domingo, 7 de mayo de 2006. RADAR
HITOS > LAS CARICATURAS DE CASCIOLI POR EL MISMO

Caras y caretas

El último gran linaje de la prolífica historia del humor gráfico argentino comenzó en los años ’70 con la mítica revista Satiricón y terminó en Humor. Andrés Cascioli fue protagonista esencial de aquellos hitos editoriales, que desafiaron la censura en tiempos oscuros. Sus dibujos y caricaturas ya forman parte de la iconografía definitiva de aquellos años, y acaban de ser recopilados en el libro 30 años de humor político y otras perversiones, editado por Musimundo. Sus páginas incluyen tapas memorables, que hicieron de Humor un fenómeno periodístico-cultural único. ¿Libro de arte? ¿Catálogo desmesurado de la historia argentina reciente? Aquí, una selección comentada por el propio autor.

Satiricón, febrero del ’74

“En boca abierta... ¡entran moscas! Por esa época las tapas de las revistas políticas eran muy parecidas, todas muy tipo Somos y, las más farandulescas, seguían a Gente. Atlántida gobernaba todo. En Satiricón quisimos diferenciarnos desde el diseño. Aunque hay que decir que era más una revista sociológica que política, eran notas muy analíticas hechas por ex publicitarios. Yo estaba de director de arte, venía de trabajar como creativo, y con esa tapa busqué molestar un poco. Era febrero del ‘74, Perón ya estaba en el poder y pensábamos que se nos podía venir la censura. El peronismo siempre simpatizó con la censura. La advertencia era que no había que hablar demasiado. Yo andaba como loco con esa mosca: quería que de verdad estuviera posada en la lengua, que la gente sintiera que la mosca estaba ahí. La boca es mía. Tengo una boca generosa y frente a un espejo fue fácil hacerlo.”

Chaupinela, septiembre del ’75

“La idea fue poner el acento en ese peinado tremendo que tenía Isabel; parecía un gorro. Además, ella había sido la culpable de que cerraran Satiricón a fines del ‘74, había dejado a un montón de dibujantes sin trabajo, y yo la tenía entre ceja y ceja. Mientras iniciamos un juicio al Estado por el cierre de Satiricón, empezamos Chaupinela. Era un equipo más chico, más intransigente, hasta más izquierdoso. Hicimos Chaupinela durante todo ese año. En este número estaba la letra de una canción que se llamaba ‘La chica del 17’, por el 17 de octubre, pero también porque era una chica que andaba con un vejete. Como ilustración había un grupo de peronistas tocando el bombo e Isabel bailaba. Ella hizo juicio y tuvimos que suspender la publicación. Pero cuando se tomaban las medidas contra Chaupinela ganamos el juicio de Satiricón y pudimos volver a fines del ‘75.”

Satiricón, abril ’76 (Inédita)

“Esta era la tapa del número de Satiricón que iba a aparecer después del golpe militar. Era un reportaje al gremialista peronista Casildo Herrera. La ilustración la hicimos siguiendo el estilo de Molina Campos porque Casildo Herrera tenía una cara de gaucho terrible. Pero la Junta Militar prohibió la revista. Sólo llegamos a cuatro números. Después del golpe, nos pidieron que les lleváramos los originales y nos prohibieron la publicación. Un tal Corti, responsable de la censura militar, llegó a decir que si seguíamos haciendo la revista nos iban a matar a todos.”

Humor, diciembre del ’81

“El hundimiento del Proceso. Fue una tapa importante: anunciamos que la dictadura se caía. Habían habido cambios: Martínez de Hoz se iba y tomaba las riendas Viola; todo se desmembraba. Y en plena dictadura los pusimos a todos en la tapa, gente muy peligrosa (de arriba abajo, de izquierda a derecha): Lambruschini, García Martínez, Harguindeguy, Cacciatore, Graffigna, Lacoste, Viola, Klein, Liendo, Videla, Martínez de Hoz, Sigaut, y en el barco Chiquita Legrand, y Massera que no se detenía ante nada. El mérito de esta tapa es haberla hecho en el ‘81 cuando todavía seguían secuestrando gente y hasta mataron en la Panamericana a dos militantes montoneros. Patti era uno de los acusados.”

Humor, marzo del ’82

“El general Leopoldo Galtieri entrenado por César Menotti, director técnico de la Selección Nacional. El Mundial ‘78 fue la segunda victoria de la dictadura en el fútbol. También había ganado el campeonato mundial juvenil en Japón. Todos manejos populares para limpiarle el rostro a la muerte. Menotti fue cómplice de todo eso. Ahí entrena a Galtieri, que después tomó el comando de la Junta Militar. ¿Por qué los chorizos? ¡No me acuerdo!”

Humor, abril del ’82

“Este número ya estaba en la calle cuando empezó la Guerra de Malvinas. Curiosamente hice el Obelisco destrozado sin saber de la derrota ni nada. Un socio mío se asustó tanto que me vino a buscar a un almuerzo para decirme que levantáramos la revista de los quioscos. Parecía demasiado anunciar una derrota cuando la guerra recién empezaba. Pero fue algo casual. Ahí va Galtieri abrazado a Alemann, un personaje nefasto, siempre cómplice de la dictadura que como buen representante de la banca suiza también fue muy cuidado por Menem y por todos los dueños del poder económico. Y Reutemann está ahí porque siempre salía segundo. ‘Lole, no va más’, decía la tapa.”

Humor, febrero del ’83

“Esta me parece que fue la tapa más jugada de todas. Nos secuestraron la publicación y metimos un recurso de amparo. Tuvimos cuatro juicios: a Enrique Vázquez, a Luis Gregorich, a Tomás Sanz y a mí. Es divertido: en la demanda que me hace Nicolaides decía que un comandante en jefe del Ejército no podía dejar de dominar una patineta. Parece que se sentía tan hábil como para no tropezar. No entendió que estaban acabando con la Justicia, no entendió nada Nicolaides. Lo bueno fue que al poco tiempo sacamos la tapa siguiente con los tres comandantes como los monos de la censura. Fue arriesgado. Pero nos acompañaron más de 330 mil compradores, un millón y medio de lectores. Fue una cifra record para Humor y el número se agotó. Era el año final de la dictadura y estábamos 100 mil ejemplares arriba de Gente: Humor era la revista que más vendía.”

Humor, enero del ’84

“¿Será Justicia? Ya en democracia, cuando Alfonsín se atreve a enjuiciar a los responsables de la dictadura, les apuntamos a estos sinvergüenzas que al principio iban muy divertidos a recibir las acusaciones de la Corte Suprema de Justicia. Tomamos la decisión de ‘tirarles’ democráticamente. Elegimos a los personajes que consideramos más peligrosos: Suárez Mason, Galtieri, Videla, Camps, Massera y Viola, los que finalmente fueron condenados.” (Dibujo en lápiz de Izquierdo Brown)

Humor, marzo del ’93

“Nosotros inventamos lo del gato dos años antes que Nik. Empezamos con el tema del pelo de Menem y hasta nos dimos el lujo de ponerle una rata en la cabeza durante la fiebre de la película de Puenzo. Creo que fue un hallazgo señalar que Menem tenía que ir preso mostrándolo sólo de espaldas y con el gato en la cabeza. Estaba todo él.”

Humor, octubre del ’95

“Es una de las tapas que más me gustan: la imagen cuenta todo. Menem es un delincuente, un forajido y un forajido en la Argentina. Se cubre con un paño que es la Argentina. El título también me gusta mucho: ‘Gana por afano’. Era octubre del ‘95 e iba a haber elecciones. A pesar de taparle más de media cara, creo que agarré algo muy de Menem: esa mirada desagradable que le salta cuando es acusado por algo; él es un tipo muy agresivo que se escudaba en cierta simpatía, pero cuando le costaba responder a algo le saltaba el demonio. Insistí bastante en esa mirada, la mirada del musulmán traidor que renunció a sus orígenes, regresó buscando apoyo y después se volvió a despegar. Lo que pasó después tuvo mucho que ver con eso.”

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