jueves, 24 de septiembre de 2009

Nota 435: DE MOVIMIENTOS, LINEAS Y OTRAS FORMAS DE AGRUPAMIENTOS DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS. EL CASO UCR Y EL DESAFÍO ROSARINO.

A un grupo de jóvenes que circulan la política con menos deudas históricas que yo les advertí lo incorrecto de un paso dado. Ahora yo soy el obligado a promover mi pensamiento (y actuar en consecuencia!!!) frente a lo que asumo como mi espacio que tiene que tomar decisiones en Rosario. Allí estrán para debatir muchos militantes con Ricardo Alfonsín, Morales, Sanz, Rozas, Forte, Negri, Gil Lavedra, el Presidente de la FUA y otos dirigentes de todas las provincias.
Para entonces escribi y exporgo como antecendentes.

Nota 425. UN PASO ADELANTE EN LA BUROCRATIZACIÓN ES UN PASO ATRÁS PARA LA UCR. Del formato de "La Cantera" o la equivocación estratégica de mis amigos
Nota 426:De Canteras en San Juan. Un debate oportuno en tiempos de recuperación partidaria (frágil) y de alta fragmentación.
Complementariamente a mi nota anterior, para la reunión del 9 y 10 éste es mi aporte que no está en línea con lo que dice la prensa y algunos espacios personales en Internet. Uno para formar consenso acerca de la naturaleza de “la cosa” y el nombre del caso y que debemos decidir.
Los “movimientos” son agrupamientos con “matices” diferentes y una conducción única y definida y bajo la cual esos matices no tienen identidad institucional. Los frentes las preservan con o sin conducción estable. Así, mientras el peronismo es un movimiento, el ACyS es un frente y la UCR oscila entre un movimiento y un Partido que se caracteriza por una visión de la historia, evaluación común del presente e idénticos proyectos a futuro.
En el radicalismo “los movimientos internos” surgieron como consecuencia de matices diversos en su seno y con fortalezas de distinto origen (territorial, ideológica, dirigencias, individualista) y haciendo frente a un Partido en donde no tenía posibilidad de realizar sus propósitos. Casi un Partido dentro de otro y al que dinamiza si toma el poder. Se caracterizaron por se más un espacio de identidad de proyecto. Los casos paradigmáticos fueron el Movimiento de Intransigencia y Renovación (es de él y no del Partido la Carta de Avellaneda) y el de Renovación y Cambio.
Los movimientos con predominio de matices identidad de resistencia organizados en movimientos, duraron menos por su debilidad ideológica. El caso típico fue Intransigencia Nacional o el MAY. Frente a un movimiento fuerte o al dominio del Partido por un matiz fuerte, automáticamente se organiza otro y casi siempre desde una perspectiva mas de cooperativa que de visión. Un caso emblemático fue Línea Nacional, que es una continuación más organizada del balbinismo para “resistir”el auge de Renovación y Cambio. También el unionismo respecto al Movimiento de Intransigencia. Agrupamiento frente a un poder emergente y respondiendo más a necesidades de adquirir fortaleza y lograr una gestión más eficiente del grupo.
En la historia reciente estos modos de organizarse tienen que ver más con la idea de cooperativa. Ante la crisis de la política, al no compartir visión estratégica y proyecto de partido sino ideas de resistencia a las posiciones a las que se temen por su potencial hegemónico, fue de fracasos y facciones. Y muchas veces fueron juntas promotoras de candidatos a las que viabilizaban en un partido debilitado.
En Partidos “de matices necesarios” (una definición en el PSOE para partidos como el nuestro y para explicar las diferencias), la hegemonía de un Movimiento (por lo general de proyecto) genera automáticamente la formación de otro, (de carácter de resistencia). Es crucial, en las cuestiones de las identidades tener en cuenta que son diversas.
El sociólogo catalán Manuel Castells, de un gran predicamento en el espacio progresista y que levanta como auxiliar estratégico a la sociedad red y los nuevos medios de comunicación, ha abordado esta cuestión. Recomiendo http://www.iade.org.ar/uploads/c87bbfe5-38f7-d1bb.pdf . Además, en su conocido Tratado, particularmente en el segundo volumen -El Poder de la Identidad- muestra la importancia de las identidades cultural (entre ellas las de género), religiosa y nacional como fuente de significado para las personas, y las implicancias de este hecho para los movimientos sociales.
Con Castells entra la consideración de las nuevas tecnologías como auxiliar fenomenal de la política. Las mismas generaron un entorno de sujetos con alta propensión individualista, son promotoras de consensos y un entorno más amplio de actores políticos. Es un factor de cohesión que en nuestro País tuvo su mayor manifestación en las luchas por la Resolución 125 pero también es fuente de fractura con la dirigencia política por su bajo compromiso con la Sociedad de la Información. En efecto, en un estudio en el que participé como experto y de la Fundación Telefónica sobre el estado de la Sociedad de la Información en la Argentina, evidenciamos que nuestro País tiene una dirigencia política con un comportamiento tecnológico solo comparable con Paraguay en América Latina (la lideran Chile, Brasil, Colombia y Uruguay) y es promotora de fracturas en tanto nueva y dinámica plaza pública. Ver http://www.telefonica.com.ar/corporativo/sociedaddelainformacion/pdf/192-220.htm
Volviendo a Castells y a nuestros efectos podemos extraer su diferenciación entre identidad institucional, de resistencia, de proyecto e individual. Obviamos describir las segunda y tercera, entre las que nos interesa. Entre las individualistas están las “positivas” que en nuestro caso sería lo que se denominó balbinismo y más aún alfonsinismo. Las negativas son las basadas en el narcisismo o en el sistema del macho alpha de la manada y que la modernidad y desarrollo democrático pusieron en crisis. El socialismo europeo se preocupó de erradicar las negativas y menguar las individualistas positivas y las identidades de resistencia, avanzar hacia las de proyecto y dosificar correctamente la interrelación de ellas ante los desafíos del cambio técnico y las nuevas condiciones subjetivas. “Salir de la estrategia de fortalezas (en el sentido militar)” es la consigna del Manifiesto Por Una Nueva Izquierda Europea durante el auge neoliberal de los 90 y la crisis del Estado de Bienestar. (Peter Glost con prólogo de Felipe Gonzalez en la edición española).
En nuestro país, es necesario considerar, que los ciclos fraccionalismo-hegemonismo fueron la constante de la historia reciente y las crisis involucraron fuertemente al radicalismo en el fraccionalismo y casi hasta su extinción luego de la del 2001-2. Nada se puede hacer en el sentido de asociativismo sin considerar en cómo repercute en este fenómeno que es además una de las causales del retraso nacional.
Hay una exigencia ciudadana a la no división. Casi bordeando con la antidemocrática intención de subordinar las diferencias ideológicas de la oposición a la lucha contra el Kirchnerismo. Éste es el gran alimentador de esta tendencia. Considerar este dato es crucial para la inclusión política y el grado de amplitud que se procure (Y de incidencia!!!). Más no es solo argentino sino un producto del auge conservador de los 80-90 y fundamentalmente entre los jóvenes. La disputa política con la derecha es que su promoción de optimismo en contexto de pobreza se basa en “la fuerza del realismo cínico”. A esas condiciones subjetivas tenemos que bancar en nuestras decisiones asumiendo que “individualismos y socialismo no son necesariamente opciones antinómicas. Se podría considerar que las formas organizativas socialistas garantizan la auténtica realización de la personalidad. (Joseph Schumpeter). Si se quiere cumplir con el mandato democrático de incluir hay que asumir este individualismo y sus demandas (de no fraccionalismo en nuestro caso) y al carácter darviniano de la competencia por el poder y el dinero convertirlo en solidario desde atender sus condiciones de inicio o morir en el intento. Hay que atender el clamor del no fraccionalismo.
En estos días la presión de los medios que resisten a la iniciativa gubernamental lo acrecienta y puede condenar al fracaso las opciones que no apliquen inteligencia política. Que nuestro partido tenga hacia su interior una cultura movimientista es una consideración conservadora. En última instancia es de su dirigencia que entre sus obligaciones está la de cambiarla.
De allí la importancia crucial que tiene la propuesta de a dónde transfiere (y por cuánto y hasta cuándo) la soberanía de los “nuevos radicales” que son los de esa nueva conciencia. Pueden ser de mayor edad y golpeados por las fracturas o menores influidos por la anterior observación de sujetos de la sociedad red..
Las dos observaciones, la del individualismo y el fraccionalismo, pasan a ser cruciales para la organización de los matices dentro de la UCR y con la obligación de no debilitar al principal: El Partido.
Nosotros expresamos un matiz que debe institucionalizar lo avanzado en “un algo o en una cosa”, transitar desde la identidad de resistencia a una de proyecto e institucionalizar, también, nuestros propósitos en la conducción partidaria y los bloques nacionales, provinciales y municipales.
¿Y cómo lo hace sin morir en el intento?. Un Movimiento intenso con el sentido de banderas (nada más excluyentes y centrípeto en un partido con fuerte identidad de símbolos como la UCR –entre ellos el valor Alfonsín- y luego de haber transitado un proceso de alta debilidad) es de alta peligrosidad y renuncia a oportunidades. Indagar mejores formas es un desafío a asumir para no caer, sin quererlo, en un “espacio cooperativa” de los que se unen para resistir a un proyecto que se teme o al retorno de las viejas burocracias. O lo que es peor, ser una comunidad organizada para promover candidaturas en cuyo caso se renuncia a ser una comunidad de destino los que nos condenó al fracaso en la denominada “La Coordinadora”.
Abogar por un proyecto de los que resistieron tiene fuerte posibilidades de convertirse en un espacio de identidad de resistencia para lo cual es imprescindible acentuar el objeto del Proyecto: EL PARTIDO DEL BICENTERNARIO PARA LA VICTORIA DEL 2011 y en el que en breve cumplirá 120 años. Imponer los valores socialdemócratas (de la izquierda republicana o democrática) en la dirección de la UCR, las representaciones institucionales y la militancia. Tener como eje un modelo de desarrollo basado en una justa distribución territorial y social de los ingresos y una concepción de integración con el mundo para impulsarlo en el Partido. La Carta de Avellaneda surgió de un movimiento en el entorno de la industrialización del País. Hace falta una Carta que responda al estadio de la sociedad del conocimiento. En la que se gobierna cada vez más desde la fragilidad a la incertidumbre.
Tendremos éxito si tiene en cuenta la experiencia internacional, el estado de dispersión del simpatizante, los rasgos antes apuntados de “los nuevos radicales” y la necesidad de no fomentar el fraccionalismo como cuestión crucial de la política argentina. Pero sobre todo si a esas cosas le damos sentido de misión.
Estamos frente a un desafío a la inteligencia política y consecuente decisión que tiene la obligación de mirar amenazas y oportunidades.
Y especialmente ponderar lo que queda afuera de la línea o espacio frente al dato estratégico de que la mayoría de los simpatizantes radicales no solo están fuera de las líneas sino que se dispersan sin reconocer diferencialidad entre la UCR, el ARI y el GEN y particularidades locales a las que hay conducir en una verdadera contradiáspora. El espacio debe ser el puente de retorno de los que se fueron a esas expresiones. De paso disminuir la capacidad de regateo que el fraccionalismo supone para el GEN o el ARI solo para candidaturas y que potencian la diáspora.
. Por el carácter temporal y la forma de resolución de nuestro desafío en el campo del pensamiento progresista (confianza en la línea política y no en la burocracia), las mejores formas de resolución son las de los denominados Puntos de Encuentro. Un aporte a la política desde la psicología social, recogida en Europa y que va a resolver como se institucionaliza el común denominador de los matices y las soberanías ciudadanas y en donde los partidos se fortalecen. Un lugar de bienvenida y de punto de inicio.
Su debilidad está en su dirección. Pero este dilema no debería ser tal cuando hay representación institucional (partidaria y legislativa) y se combinan las mismas en la idea de que la dirección es la del Partido. Debemos ser un caso de éxito que ayude a la confluencia de matices con brechas profundas en no pocos territorios. La mejor forma, por otra parte, de resolver la siempre presente cuestión del liderazgo.
En organizaciones progresistas como la UCR y en contexto de alta complejidad el liderazgo es colectivo y “el jefe” es el primero entre pares. Es no solo la naturaleza del liderazgo moderno sino la impugnación de Castells al liderazgo carismático de Max Webber que hoy es más que nada un resultado del marketing o el vínculo con pocos..
Punto de Encuentro es una idea-método que además conduce a referenciar a otras fuerzas para superar el fraccionalismo que, adicionalmente, se potencia en las crisis de las clases medias en su relación con el sistema productivo y la idea de superarla en la burocracia del Estado y la política. Lo que impulsó aún más la crisis de los partidos y generó la peligrosa idea de la existencia de una clase política.
Ese espacio así no tiene dueños y por lo que bregamos en el blog. Los fronteras no son rígidas y la lealtad y disciplina es del Partido. No es uno específico de promoción de candidatos y ayuda a la unidad sirviendo a la princial: la Union Cívica Radical.
La fortaleza del espacio que se organiza consiste en el fuerte denominador común de los que resistieron superando las burocracias históricas. En haber definido en el ACyS un proyecto de poder y contener en su seno nuevos liderazgos. Esencial es recoger la diversidad antedicha (mujeres, jóvenes, territorios y otras manifestaciones de identidades peculiares) y constituirse en un proyecto de movilización y de confianza. Del mismo modo debe impulsar un proyecto de País, además del propio, para el consenso y un mapa fiable para lograrlo. Entonces, un agrupamiento que sea vanguardia de la UCR, a su vez vanguardia del ACyS y de la mayoría de las fuerzas políticas y sociales para recuperar por consenso un proyecto de Nación. Se trata, por otra parte, de otros puntos de encuentros Y por eso lo de idea-organización-.método. Para el Partido del Bicentenario que cumplirá 120 años y que tiene obligación de victoria para el 2011 o sucumbir frente a los partidos fantasías. Lo que tenemos en disputa es el carácter de la democracia en lo que resta del siglo. Y el progresismo consiste en pensar en cosas por encima de nuestra propia existencia, que lo mejor está por venir y que de nosotros depende acelerar.

4 comentarios:

Florencio F. Boglione dijo...

No entiendo porque esa "obligación de victoria en el 2011 o sucumbir frente a los partidos fantasías".
No estar preparado para gobernar puede ser mas dañino para un partido y muy trágico para la sociedad que padece los errores de diagnostico y la incapacidad de manejar las exigencias mas urgentes de los mas necesitados y las presiones de los "verdaderos poderes" que no quieren perder sus privilegios. La "desilusión" de la Alianza del 99 me parece que todavía no se ha saldado.
Ahora que si la propuesta es surfear a favor de la corriente conservadora del siglo XIX que nos proponen los mesaenlasistas y ser el partido republicano garantizador de los privilegiados quizás el ACSyS tenga alguna chance de sostenerse en le gobierno, no se cuales serán las propuestas para reparar las desigualdades socieconomicas imperantes, posibles en ese marco.

Saludos Cordiales.

Unknown dijo...

Muy bueno lo suyo Campero.
Abrazo
Pablo

Exequiel Lucero Mza... dijo...

Interesante tu análisis ,creo que habrá que repensar la orgánica de la UCR ,ya que los movimientos dentro de nuestro partido nacen a través del rechazo del actual o presentándose como alternativa al otro o conformandoce un nuevo partido como el cc ,ari ,gen ,forja ,PI,entre tantos que se generaron dentro de nuestro espacio ..un movimiento dentro del partido que se supere y sea superior al partido no me parece por que es generador dentro del mismo partido y terminan generando la autodestrucción. Tenemos algo que hay que aprender a superar que es nuestra lógica liberal (más individualista ) y asumirnos más como movimiento político y social que tenga capacidad de convocar a la ciudadanía con propuestas y posicionamientos claros .No nos olvidemos la debilidad de De la Rúa al conducir,tampoco me parece que la imagen de Carrío al lado de Ricardo se legitime mas por que la confianza la tiene que ganar mas desde adentro de la UCR... y Cobos deberá pensar que hace de su vida política ... si quiere llegar ambicionar algo dentro del partido... espero que mi humilde análisis halla servido de algo... Saludos Ricardo y Adelante!!

Anónimo dijo...

muy buena nota. El único detalle, q se olvida, cuando se refiere a Línea Nacional y a Renovación y Cambio, es q Renovación y Cambio, sólo pudo ganar la interna, cuando murió Ricardo Balbín.