Los análisis desde los que se ofrecen candidaturas a Miguens y Llambias, de la Mesa de Enlace, sobreestima el rol de la misma en la lucha por la 125, la real representatividad de sus dirigentes y estructuras, desconoce la trama social que resistió esa Resolución y el carácter de la ruralidad luego del cambio tecnológico en el sector. Peor aún cuando se convoca desde sectores progresistas desconociendo la experiencia histórica y el rol de esos actores en el proceso de reestructuración democrática. En definitiva, desautoriza peligrosamente el análisis de los medios y las relaciones sociales de producción y limitan una visión democrática en el plano ético.
Tenemos pendiente, y prometida, una nota sobre el fenómeno social aunque ya lo insinuamos en anteriores poniendo en el centro de la escena a los emprendedores y los emergentes sociales de los cluster no necesariamente propietarios. Vale la pena ver la Nota 143: NOTAS DESPUÉS DE LA PELEA
En la história solo la movilización de los colonos santafesinos a fines del Siglo XIX y el Grito de Alcorta, devinieron en poder político. El primer caso explica, entre otros factores, la supervivencia radical luego de las derrotas de sus levantamientos armados y el suicidio de Alem, y en el segundo, el surgimiento de la Democracia Progresista. Develar las claves de estos fenómenos revelarán que se está confundiendo el rumbo cuantitativa y cualitativamente.
El caso más claro de sobreestimación sectorial fue la diputación de Anchurrón, una equivocación de López Murphy, que aún su carácter radical no pudo parar como Presidente de la Sociedad Rural la embestida de ésta contra el Gobierno de Alfonsín. Es que al final era vocero de ellos entre nosotros y no radical entre ellos.
Al mismo tiempo “Tato” Romero Feris tiene un tránsito del Gobierno de Corrientes a la cárcel por el propio vínculo de la relación social con la política. Y llegó desde la presidencia de CRA que esmeriló más al gobierno de Alfonsín, y la reestructuración democrática, que la propia Sociedad Rural Argentina y a la altura de los paros generales de la CGT. Este es un dato no menor, desde el punto de vista ético, cuando se trata de construir frentes políticos de base moral.
Pero, además, no aseguran votos ni representatividad sectorial. Las entidades eran causes secos que al momento de la estupidez infantil de la 125 canalizaron gran parte de la tormenta y otra masa quedó fuera de caudal (los autoconvocados) precisamente por lo poco que representaban las entidades en las vísperas de la pelea. !Charcos entre esos causes¡. Más, lo central es ver los puntos en común entre esos por el corte transversal de las entidades tecnológicas del tipo de ACREA, y las mismas estaciones del INTA. Incluyo, y esto dentro de las entidades, a AFA (Agricultores Federados Argentinos) que dessde su rol tecnológico y aporte a la competitividad constituyó la más movilizador y combativo de la Federación Agraria.
En esos frentes estaba la trama rural posterior al cambio técnico y el sector más dinámico que fue la juventud de los piquetes. Si el campo socialmente es otra cosa, la representatividad de los actores también. A esta altura adviértase que no mencioné nada de las cooperativas en tanto puso a la luz solo fracaso cuando la dimensión pasa a ser determinante de la competitividad y productividad y por que a pesar del esfuerzo social para promoverlas, sus burocracias no estuvieron a la altura de la demanda de innovación tecnológica. Los emprendedores no están en ninguno de estos espacios y ellos son los actores claves a conquistar.
Lo que está también en cuestión, es la calidad de la representatividad de los legisladores rurales o de zonas rurales que si fuera fértil no plantearía los dilemas que motivan sumar de un modo tan equivocado. Los radicales en todas sus vertientes deben tener en cuenta este análisis general (inclusive en la discrepancia pero si para tener uno) y poniendo en valor el rol de estos actores en el proceso de reestructuración democrática, resistiendo la la tentación de sumar de este modo (y no suman) con lo que la claudicación está en no saber saldar la historia.
Uno de los días que más orgulloso me sentí del gobierno de Alfonsín fue cuando lo silbaron en la Sociedad Rural y de su reacción que ilustra la nota. Y eran tiempos de vacas flacas por el proteccionismo de los países centrales y la caída de precios por los excedentes europeos con los que nos robaban nuestros mercados. No se trata de olvidar o no olvidar, sino de mirar todo de un modo no conservador, a la trama política contemplando la histórica, social y tecnológica y sin ceder nada en el plano de lo ético. Sino seríamos peor que los Kirchner y no tendrían sentido los frentes políticos que propugnamos y que pasarían a ser meros conglomerados electorales.
Tenemos pendiente, y prometida, una nota sobre el fenómeno social aunque ya lo insinuamos en anteriores poniendo en el centro de la escena a los emprendedores y los emergentes sociales de los cluster no necesariamente propietarios. Vale la pena ver la Nota 143: NOTAS DESPUÉS DE LA PELEA
En la história solo la movilización de los colonos santafesinos a fines del Siglo XIX y el Grito de Alcorta, devinieron en poder político. El primer caso explica, entre otros factores, la supervivencia radical luego de las derrotas de sus levantamientos armados y el suicidio de Alem, y en el segundo, el surgimiento de la Democracia Progresista. Develar las claves de estos fenómenos revelarán que se está confundiendo el rumbo cuantitativa y cualitativamente.
El caso más claro de sobreestimación sectorial fue la diputación de Anchurrón, una equivocación de López Murphy, que aún su carácter radical no pudo parar como Presidente de la Sociedad Rural la embestida de ésta contra el Gobierno de Alfonsín. Es que al final era vocero de ellos entre nosotros y no radical entre ellos.
Al mismo tiempo “Tato” Romero Feris tiene un tránsito del Gobierno de Corrientes a la cárcel por el propio vínculo de la relación social con la política. Y llegó desde la presidencia de CRA que esmeriló más al gobierno de Alfonsín, y la reestructuración democrática, que la propia Sociedad Rural Argentina y a la altura de los paros generales de la CGT. Este es un dato no menor, desde el punto de vista ético, cuando se trata de construir frentes políticos de base moral.
Pero, además, no aseguran votos ni representatividad sectorial. Las entidades eran causes secos que al momento de la estupidez infantil de la 125 canalizaron gran parte de la tormenta y otra masa quedó fuera de caudal (los autoconvocados) precisamente por lo poco que representaban las entidades en las vísperas de la pelea. !Charcos entre esos causes¡. Más, lo central es ver los puntos en común entre esos por el corte transversal de las entidades tecnológicas del tipo de ACREA, y las mismas estaciones del INTA. Incluyo, y esto dentro de las entidades, a AFA (Agricultores Federados Argentinos) que dessde su rol tecnológico y aporte a la competitividad constituyó la más movilizador y combativo de la Federación Agraria.
En esos frentes estaba la trama rural posterior al cambio técnico y el sector más dinámico que fue la juventud de los piquetes. Si el campo socialmente es otra cosa, la representatividad de los actores también. A esta altura adviértase que no mencioné nada de las cooperativas en tanto puso a la luz solo fracaso cuando la dimensión pasa a ser determinante de la competitividad y productividad y por que a pesar del esfuerzo social para promoverlas, sus burocracias no estuvieron a la altura de la demanda de innovación tecnológica. Los emprendedores no están en ninguno de estos espacios y ellos son los actores claves a conquistar.
Lo que está también en cuestión, es la calidad de la representatividad de los legisladores rurales o de zonas rurales que si fuera fértil no plantearía los dilemas que motivan sumar de un modo tan equivocado. Los radicales en todas sus vertientes deben tener en cuenta este análisis general (inclusive en la discrepancia pero si para tener uno) y poniendo en valor el rol de estos actores en el proceso de reestructuración democrática, resistiendo la la tentación de sumar de este modo (y no suman) con lo que la claudicación está en no saber saldar la historia.
Uno de los días que más orgulloso me sentí del gobierno de Alfonsín fue cuando lo silbaron en la Sociedad Rural y de su reacción que ilustra la nota. Y eran tiempos de vacas flacas por el proteccionismo de los países centrales y la caída de precios por los excedentes europeos con los que nos robaban nuestros mercados. No se trata de olvidar o no olvidar, sino de mirar todo de un modo no conservador, a la trama política contemplando la histórica, social y tecnológica y sin ceder nada en el plano de lo ético. Sino seríamos peor que los Kirchner y no tendrían sentido los frentes políticos que propugnamos y que pasarían a ser meros conglomerados electorales.
3 comentarios:
Coincido en el análisis, aunque lo vería en tanto que el Radicalismo debería estar preocupado más que por la Mesa de enlace (que no deja de ser un lugar de encuentro de Patronales), en recuperar representación a nivel nacional, y entre ello, se encuentran las zonas rurales, ciudades del interior del país, y las grandes urbes.
Un abrazo grande. Buen Año Ricardo.
Las entidades deberían agradecer el rol desarrollado por la oposición en el conflicto con el campo, en especial el rol que desarrollo el radicalismo, sobre todo los discursos de los jefes de bloque, y coincido que los candidatos no tienen que ser de las entidades, nosotros debemos ocuparnos del reclamo rural pero también atender demandas de la sociedad en su conjunto. De todos modos esto deberíamos discutirlo en profundidad en reuniones seccionales.
Saludos y estamos en contacto.-
Muy buen análisis, felicitaciones ricardo!
veo que los comentarios son inteligentes y se alejan de las simplificaciones que hacían aparecer que, mas allá de los errores del gobierno,todos estabamos alineados automáticamente y sin distingos , con las patronales del campo.
Un abrazo
Publicar un comentario