lunes, 12 de octubre de 2020

EL REENCUENTRO DEL 12 DE OCTUBRE DE 1492. La conquista erótica de Las Indias.

 

DE NUESTRA PLACENTA

EL REENCUENTRO DEL 12 DE OCTUBRE DE 1492.

Todo encuentro casual es una cita.

Jorge Luis Borges

 

 



Malos entendidos y chismes italianos.  Religión y poder. Sexo y sometimiento en la conquista americana. Primera Parte.

Al momento de consumar su matrimonio la Reina  Isabel de Castilla  era virgen y Fernando, el futuro rey de Aragón  ya tenía un hijo natural. Ocurrió  el  19 de octubre de 1469 cuando el estado del himen  real fue  constatado y testimoniado por representantes de las partes contrayentes, notarios y, obviamente,   sacerdotes,  mediante las pruebas de sábanas y pañuelos blancos. Se habían conocido el día anterior sin que mediara  el veto reservado para el caso que el candidato no  le gustara a la reina de dieciocho años de edad. Tenía uno más que Fernando.  Tan intenso  fue el “flechazo”  que decidieron  proceder de inmediato para  lo que  falsificaron una Bula de un Papa fallecido cinco años y que significaba una autorización a casamiento de primos segundos como eran ellos. No hubo ni fiesta ni presencias de padres por que habían decidido, lisa y llanamente, pasar   a “las efectividades conducentes”. Una expresión originaria del líder radical argentino  Hipólito Yrigoyen de la primera mitad del siglo veinte cuando aludía a los aspectos materiales necesarios para llevar a cabo una empresa determinada.

La semana anterior del veintitrés aniversario de esa boda el genovés Cristóbal Colón les hizo un regalo jamás igualado en la historia. El 12 de octubre de 1492 con el “Descubrimiento” de América, también fue el del fin  de la Edad Media e  inicio de  la Moderna y el del reencuentro del homo sapiens.  Entre los que habían salido del cuerno de África unos setenta mil años antes y luego pasaron por Eurasia hasta el Puerto de Palos y otros, treinta y  cinco mil años después pero en sentido contrario y por Siberia y Alaska. Desde ese puerto de Huelva navegaron  sesenta y un día para encontrarse con los que estaban “desnudos como sus madres les trajeron al mundo" según el almirante genovés mientras que los que lo recibieron  estaban allí hacía cinco mil años provenientes de la Península de la  Florida y, quizás, de la cuenca del Orinoco.  

Todos estos acontecimientos  le dieron a España un  prestigio como nunca antes ni después y sentaron las bases para neutralizar  los intentos de menoscabar el gran éxito del emprendedurismo español. Algunos dicen que el primero en llegar a las nuevas tierras fue el  galés Richard Ameryke de quien vendría   el nombre de América en vez del de  Américo Vespucio. También que Colón hizo un viaje  preliminar y secreto  a la vez que se rumoreaba que era un "cristiano nuevo" que ocultaba su carácter judío debido al  nivel de discriminación existente. Lo mismo  se las ingenió para conseguir los mapas que eran la llave para  navegar hacia las nuevas tierras,  novedosos, creíbles y  sin  monstruos para  los lugares desconocidos. Los habría obtenido  de los marineros  de la flota pesquera de Ameryke que operaba desde la isla de Terranova desde 1479 cuando iban detrás del  bacalao. Los vascos ya cazaban ballenas  por allí y antes que todos ellos  estuvieron los vikingos que se instalaron en Groenlandia y se expandieron hacia el sur fundando poblaciones hasta la actual Nueva York. También  se cree que una  flota china anduvo indagando las costas  del atlántico sur lo que técnicamente estaban en condiciones de hacerlo pero por  hacerlo y nada màs ya  que contaban con las especias cuya ruta buscaba Cristóbal Colón.

De haber existido,  ninguno de éstos "descubrimientos" tuvieron repercusión en los  avances de la humanidad y mucho menos en la reproducción social que ocurrió con él. Inigualable es  el gran proceso de miscegenación iniciado desde  entonces, designación que preferimos,  por su carácter racista,  al de mestizaje.  Igualmente los intercambios  de especies  americanas como maíz, papas, batatas, tomates, calabaza o pavos con  trigo, arroz, caña de azúcar, algodón, café, vacas y ovejas europeas. “Los revisionistas” y curiosos deben asumir que aquellos  descubrimientos, de haber existido,  fueron absolutamente intrascendentes para la reproducción social y es lo que cuenta en la historia sin   Guinness. Tampoco los mentados viajes  derrocharon  humanismo al no dejar testimonio de violencia contra los habitantes de la región, simplemente no habrían tenido contacto con ellos.

 La perspectiva que denuncia al "genocidio español·  debería considerar, en todo caso, a la totalidad de lo ocurrido en  el recorrido del homo sapiens hasta el Reencuentro. No pocas veces exterminando poblaciones de las tierras  que conquistaban. Otras, esclavizando a niños y mujeres. O como ocurriera después asesinando a seis millones de judios en las cámaras de gas o,  con más avances aún de la humanidad, dos millones  medio de campesinos en las  tierras de Vietnam. También desconoce los asesinatos, esclavización y reducciones entre las poblaciones prehispánicas o las vidas que se entregaban a los dioses. 

El terror  que se denuncia contra los pueblos originarios, o anteriores,  y que fueron reales, carece  siempre de  perspectiva  de género y  desconsidera la relación de los nativos con el sexo antes y después de ser intermediada por la religión. Valga decir que es posible que el día que Fernando "desvirgaba" a Isabel en algún lugar de la isla de Cuba,  probablemente y tal la cultura, una "india" fornicaba con los invitados a la boda y al  final hacían el amor con su marido. Y por esa cultura la diferencia estaba también en el trato al  aborto y sus componentes sociales  La diferencia entre las española y las indias estribaba en el  el prestigio que daba el secreto  y las consideraciones de la salud. Las españolas se aterrorizaban frente a la posibilidad de que trascienda su interrupción del embarazo  mientras que para las nativas era  parte de la  cotidianeidad. Un dato en beneficio de la salud fue que en, algunos lugares,  las hijas asistían a los abortos de sus madres y hermanas mayores para aprender de las curanderas, brujas, parteras y abortadoras. De este modo se procuraba el menor riesgo tal como lo tienen aún  las  mujeres  pobres. En la consideración  distinta  no se puede desconsiderar que los  obispos postridentinos debieron lidiar con la sexualidad activa en varios monasterios femeninos y con varias  monjas embarazadas que las circunstancias las obligaron a abortar. Eso ocurrió y fue  un escándalo en el Alto Perú y en Quito en el siglo XVII. 

Desde  otra perspectiva, los críticos a los españoles y apologetas de los presuntos  descubridores anteriores a Colón no pudieron beneficiarse por la belleza de una obra literaria como la de  La Florida del Inca  ni extraer, por caso, ninguna consideración de las brechas tecnológicas como fuente de poder.   Como se infiere del indio del Misisipi que desde su embarcación  muy precaria les gritó a los españoles: “si nosotros tuviésemos canoas tan grandes como las vuestras, os seguiríamos hasta vuestras tierras y las conquistaríamos, para demostraros que somos tan hombres como vosotros”.   En realidad no eran grandes canoas sino  adefesios con el que a modo de balsas se retiraban los restos de una expedición luego de descubrir  tierras norteamericanas, pero  fracasados en su intento de conseguir oro. La había comandado  Hernán de Soto que  murió enfermo e inmediatamente fue sepultado  en el lecho del río Misisipi  cubierto con lonas llenas de arena para evitar que su cuerpo no emerja y conservar  la ventaja estratégica que suponía que los nativos lo siguieran considerando una deidad inmortal. Estos acontecimientos ocurrieron en junio de 1543 y  fue rescatado por el Inca Garcilazo de la Vega.  

El  miserable estado espiritual del indio  era  consecuencia inevitable  de la brecha tecnológica entre los suyos  y los que montados en un adefesio iban en búsqueda del Golfo de México. Su valentía no contaba para nada, era puro voluntarismo. Y ésto era así por el resultado de los recorridos distintos de los que se reencontraron el 12 de octubre de 1492. Por un lado los europeos que dominaban la metalurgia, el arte de navegar,  los mapas, el papel y que habían hecho la revolución agrícola. Por el otro los que eran simples cazadores y recolectores. En esas diferencias se basó el dominio español sobre las poblaciones recién conocidas, ejercido  por un frente militar y otro religioso,  no distinto en su humanidad a los portugueses, ingleses, franceses y otros que llegaron después  y que agregaron, ademàs,  mucho menos valores a los nativos como en las  explotaciones tropicales en donde desaparecieron  tribus enteras que  fueron sustituidas por esclavos africanos.

En esta perspectiva de tener como prisma la evolución de la humanidad interesa considerar la situación en el punto de partida. El Mar Rojo en donde sucedieron y  aún suceden cosas que cuestan entender por lo extraordinario. Como que se abrieron las aguas para que pase Moisés y su gente desde la esclavitud a la Tierra Prometida. Por allí nacieron tan luego Jesucristo y Mahoma  y es la fuente de las tres religiones monoteístas más poderosas de la historia humana, junto a la budista; la católicas, la musulmana y la judía. Acá hubieron  guerras mucho  màs dolorosas que las de las cruzadas,  aún hoy es el foco de tensión permanente y uno de los dos de mayores imanes de atracción, el otro es Corea,  para una guerra nuclear que podría hacer desaparecer al homo sapiens.

Estas dimensiones temporales cobran magnitud con  la consideración del origen de la religión que fue un recurso central para la dominación española en América.  Hace doscientos mil años por  esa zona  apareció el primer homo sapiens producto de  la mutación de algún animal inofensivo, según se especula. Cuando se socializaron con una nueva condición se angustiaron cuando  los jóvenes no regresaban  de las cacerías, frente a enfermedades que no entendían o cuando eran víctimas de alteraciones climáticas y otros fenómenos que los sorprendían  y entonces acudían,  para esperanza y consuelo,  a la imaginación. Una originalidad exclusiva entre los seres vivos y que les representó el gran salto a su condición humana actual. Construyeron mitos ,dioses, rituales y cosas "sagradas" sustentados en relatos para  enfrentar a  lo inmanejable que lo angustiaban. Por su experiencia histórica y social  lo  europeos llegaron al Reencuentro de 1492  despuès  de haber sistematizado  y ordenado  esas creencias en formas que se denominaron religiones. Y a la par de la imaginación estaba  el disfrute sexual  que hacía otra nueva diferencia  respecto a  los animales  excepto  los bonobos y  los delfines. 

El gran artífice de lo que fue el inicio de un emprendimiento positivo  de alta escala histórica "un gran salto de  la humanidad"  fue  Cristófalo Colombo, de Génova. Probablemente también  el primer corrupto en estas latitudes. Así fue por  que los reyes habían prometido un  premio de 10 mil maravedís al primero que  avistara tierra.  Ése fue el  vigía Rodrigo de Triana a las 2 am del viernes 12 de octubre de 1492. Para su mala sorpresa,  Colón reivindicó el premio aduciendo  que cuatro horas antes  había visto fuego y gente  y  que lo que había comentado a otro de los tripulantes, probablemente un cómplice. El despojo fue  demoledor para la moral de  Rodrigo de Triana que  renunció a la religión católica y voluntariamente se exilió en el norte africano morisco, tan grande fue  su desilusión. 

Ese 12 de octubre fue tambien de grandes confusiones. Ahora se discute si Colón llegó a la isla Guanahani  o  al Cayo Samaná. Pero el de las Bahamas y no la península de  igual nombre y  hermosas  playas en la República Dominicana por las que pasó  de regreso a España con  La Niña y La Pinta. La Santa María había naufragado  y con varias de sus maderas hicieron el Fuerte de Navidad, en Haití el 26 de diciembre de ese año. Allí se quedaron algunos que fueron muertos  por los indios  por corruptos y arrechos como lo informara un cacique  a Colón  cuando regresa en su segundo viaje.  Se habían propasado con las mujeres.

En este batifondo, una mención especial merece el  óleo de  Dióscoro Teófilo Puebla y Tolín que resultó en el gran  testimonio pictórico del desembarco,  incluyendo a  curas y crucifijos . Toda una mentira por que en el primer viaje no hubieron  ni sacerdotes ni símbolos de la religión Católica, Apostólica y Romana ni de ninguna. El viaje estuvo libre de intromisión en la vida sexual de las mujeres indias quienes,  para esta parte de la civilización cristiana,  eran  grandes libidinosas por lo que había que imponer una nueva  perspectiva. Fue moneda corriente  que  los conquistadores se cruzaran con parejas haciendo el amor  de manera pública y se sabe que lo que más los alteraba  era cuando ocurría entre homosexuales. Obviamente debieron  bordear con la locura de furia cuando veían que también  era cosas de mujeres..

Y la mayor confusión, tal lo dicho,  fue  que Colón murió sin saber que había descubierto un nuevo continente luego de explorar solo tres de sus islas (Bahamas, Cuba y Dominicana).  Creyò  que estaba en Asía, en  La India precisamente,  de allí lo de indios a los nativos. Y éso por que suponía que el planeta tierra no era redondo sino, como les escribe a los Reyes Católicos en el tercer viaje,  " .....hallo que el mundo no es redondo en la forma que han descrito, sino que tiene forma de una pera que fuese muy redonda, salvo allí donde tiene el pezón o punto más alto; o como una pelota redonda que tuviere puesta en ella como una teta de mujer, en cuya parte es más alta la tierra y más próxima al cielo. Es en esta región, debajo de la línea equinoccial, en el Mar Océano, el fin del Oriente, donde acaban todas las tierras e islas…"

Lo que si les impresionó a los barbados  fueron las heridas y mutilaciones que tenían los lampiños,   especialmente por los penes cortados hasta el bajo vientre. Con el idioma de los gestos se  informaron que la ablación no tenía origen en rencores  femeninos, ni por infidelidad de los infelices ni  por la violencia del sexo oral sino que era por el egoísmo del poder; el de los feroces caribes  de la montaña  que querían  a las  mujeres para disfrutarlas en exclusividad. Así,  la violencia sexual no era  solo cosa de europeos. Y los jefes de las carabelas  tenían especial cuidado en que sus subordinados no se propasen por lo que miraban de reojos y vigilantes  al grupo de criminales y ladrones que venían con ellos y a los que cabría imaginar casi en cunclillas, cruzados de piernas y cubriéndose con las manos la zona inguinal como actos reflejos de protección de esas terribles ablaciones efectuadas por más que sádicos salvajes.

Un mal  dato por su repercusión historiográfica fue el de  que estos ilustres caballeros españoles  recién llegados en el primer viaje,   tuvieron recato para mantener en secreto  las cosas de la vida sexual.  A los indios, por su parte,  les resultaban  indiferente por su consideración social, placentero y propicio para la fertilidad de los suelos  y la abundancia de   los frutos. Tiempo después en las calurosas playas mexicanas encontraron hasta instrumentos imaginativos para el placer o juguetes sexuales pulidos por las y los mismos indios.  En la galería de alfarería erótica de un museo peruano se conservan  piezas elocuentes de cómo los lugareños asumían el sexo e igualmente en el Museo Antropológico de Mèxico.. Distinta a la después nueva normalidad a partir de la  presencia clerical obsesiva, particularmente con el de las mujeres. Es de imaginar cómo se escandalizaron estos prelados, los creyentes y los hipócritas cuando en aquellas playas mexicanas descubrieron  relaciones sexuales de hijos con madres, sobrinas con tíos e, inclusive, entre hermanos.

Pero ese  recato caballero y español  no fue una  cosa de italianos. De éstos llegaron  las primeras noticias de la sexualidad de la conquista a la que vinieron en los barcos como  navegantes. El primero arribó  en el segundo viaje;  un tal Miguel de Cúneo, genovés.  invitado y  designado por Colón como Cronista, que detalló lo que le habría acontecido y que se expandió como reguero de pólvora por toda la península:  «Estando yo en la barca tomé una cambala [caribe] bellísima, la cual me regaló el señor Almirante; y teniéndola en mi camarote, al estar desnuda según su usanza, me vino deseo de solazarme con ella; y al querer poner en obra mi deseo, ella, resistiéndose, me arañó de tal modo con sus uñas que yo no hubiese querido entonces haber comenzado; […] agarré una correa y le di una buena tunda de azotes, de modo que lanzaba gritos inauditos […]. Por último, nos pusimos de acuerdo de tal manera que os puedo decir que de hecho parecía amaestrada en la escuela de rameras»

Este personaje fue considerado un fanfarrón, chismoso y mentiroso. Hasta delató al propio Colón, su amigo de la infancia y por quien viajó gratis,  contando que se detenía  en una isla de Las Canarias para visitar a un señora española, con nombre y todo,  que era su amante.  Los estudiosos  de estas organizaciones de conquista dicen que fue  imposible que lo relatado por el bocón acerca  de su experiencia con la salvaje  haya ocurrido en un navío por  el duro sistema disciplinario. Ninguno intuye, salvo las y los feministas,  que la resistencia de la mujer  pudo haber sido por que el italiano  era un hediondo como los españoles  de la expedición  con sus ridículos  ornamentas y  trajes de lana y seda que los hacían suponer que lucían majestuosos en el calor caribeño.

De cualquier modo la cosa de los chismes no cambió  con los “Cronistas” designados posteriormente por los Reyes.. Una suerte de periodistas seguramente monárquicos y obviamente serviles a los intereses dominantes.  Los curas también  fueron una  fuente inagotable de información  especialmente sobre las cuestiones sexuales del las mujeres. Toda una obsesión, por otra parte.

Los sacerdotes llegaron recién en el segundo  viaje para tener una influencia decisiva hasta nuestros días. Fueron  conservadores o reaccionarios  como regla y progresistas como excepción. Entre éstos se destacó Fray Bartolomé de las Casas. Luego del primer viaje a algunos españoles se les vino la locura de dudar del carácter humano de los nativos. Ni siquiera lo supusieron otros homos,  por ejemplo  los  Cromañón que tambièn  habitaron España. Simplemente decidieron que sean animales y para decidirlo se hizo  un juicio con arbitraje del  Papa.  Ríos de tinta, miles de millas de barcos que transportaban alegatos y de entre ellos el del bueno y contundente fraile defensor de  los indios con el impecable  razonamiento: “si los nativos fueran animales, los españoles deben ser condenados a muerte,  por zoofilia”. Posiblemente tenía referencia de las orgías con llamas y alpacas en el ámbito sudamericano donde habitaban estos dulces camélidos. 

De ésto da cuenta el rosarino Ricardo Herren en “La conquista erótica de la las Indias”. Se trata del reformista, en los antecedentes originarios de la Franja Morada inmediatamente a la dictadura de Onganía,  que estudió Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Rosario, fue corresponsal de guerra del diario "Clarín" de Buenos Aires, en Madrid del "Diario Excélsior" de México y redactor jefe de la revista "Cambio 16Fue reconocido como un experto en miscegenación.

Eso sì, y allí la daga de los “revisionistas” penetra profundo,  los conquistadores españoles ignoraron los avances  sociales, culturales y científicos que realmente existieron antes de 1492 Un dato original es el de los constitucionalistas norteamericanos que reconocieron entre las fuentes de su Constitución de 1787 a la Iraquesa del Siglo XII  que además de establecer la forma confederal  consagró un sistema electivo de gobierno con un fuerte empoderamiento a las mujeres. Tampoco reconocieron el sistema de siembra directa de los mayas y menos, la estructura socialista de los incas. 

Un simpatizante de la cultura iroquesa fue Aníbal Ponce, figura central del reformismo argentino no obstante las obsesiones de otros positivistas como Raúl Orgaz (La Raza como factor  social), José Ingeniero (La formación de una raza argentina) o Lucas Ayagarray (La mestización de las razas en América y sus consecuencias degenerativas) y que analizaremos especialmente.


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