Cuando todo nuestro País político se concentraban en las elecciones
venezolanas en mi facebook el mío fue un grito de clamos: ¿NADIE MIRA A BRASIL?. Es que el mismo día había elecciones locales
que, por sus características, debían incidir
más en Argentina que las que consagraron a Chavez. Pero bueno, los políticos
elegimos las escuelas donde aprender y
en éste caso la recomendación de los medios era la desaconsejada.
Desde allí rescaté la
experiencia brasileña en donde en medio de una situación política complicada
por los casos de corrupción, el Partido dos Trabalhadores dio una clase de política que fue premiada por el éxito electoral.
El que le dio a Dilma Rousseff
fundamentos para comandar la renovación de personas y modos.
Que en su discurso de la victoria, el electo alcalde de San Pablo, Fernando Haddad hay hablado de "autocrítica" es todo un dato.
Ya habíamos rescatado acá la expresión del PSOE en su Congreso (en
los progresistas la autocrítica es un camino al conocimiento.)
El PT y evoluicona por que ganó en su seno una “revolución
silenciosa”. Haddad dice ahora llama a
la intelectualidad, a las fuerzas productivas y a los movimientos sociales, en
un claro rescate de las raíces partidarias del PT de la década del '80, para una
opción por políticos
de perfil técnico, dedicados a la buena gestión y sin lo rancio del tradicional
fisiologismo partidario.
La gran lección es que ni Dilma ni Lula se quedaron acostados para la
siesta política esperando que el tiempo cambie las cosas, dieron las señales y
produjeron los cambios necesarios antes
y luego de que fueran electos y para mostrar que estaban
dispuestos a reescribir la historia del PT. Concliusión: 635 intendentes, lo que significó un
crecimiento de 14% en el número de municipios en sus manos.
En una reunión con la coordinación de la campaña de
Haddad, una semana antes de la 2da. vuelta, Lula destacó que la victoria del ex
ministro de Educación sería un paso fundamental para esa reformulación. En
una evaluación interna, el ex Presidente dijo estar molesto con el
fortalecimiento de partidos a la izquierda del espectro partidario, como el PSB
(Partido Socialista Brasilero). Según él dijo, el camino para reconquistar el
espacio ideológico y limpiar la imagen pública del PT pasa por la renovación de los cuadros del partido.
El politólogo Rafael Cortês,
de la Consultora Tendências, dice que lula acertó completamente al percibir esa
necesidad antes de todos. “Él está usando su capital
político para sustentar esa transformación”.
Es que salieron al cruce de malas señales desde la
sociedad: más de
22 millones no se presentaron a las urnas como parte de un fenómeno de "desilusión" política y
que gran parte de este ejército de desencantados serían votantes o
simpatizantes PT. Renunciar a la siesta
fue la clave. Y desafiar con la renovación.
Nos alaga confluir en la percepción del “síndrome de Alba” cuando abordaron la cuestión de la
renovación. Lo joven no asegura cambio
si está de la mano de lo viejo como promotor estéril. Por la duquesa andaluza con su
nuevo marido, el joven burócrata español. La duquesa pude no reverenciar
pleitecias al Papa o a los Reyes o entrar a la Catedral sevillana a caballo,
pero jamás reproducirse desde su nueva situación.
Mucho de lo de antes puede ser renovador y bueno. Gleisi Hoffmann Ministra Jefe de Gabinete de Dilma
logró la elección de Gustavo
Fruet en la capital de
Paraná, y será candidata a gobernadora. Está en el PT los 80 y es uno de los ejemplos más emblemáticos de la
renovación. Siempre ha estado en
posiciones técnicas, ganando espacio político a partir de elecciones al Senado
en 2010 de la mano de un liderazgo con atributo de visión.
Entonces se abocaron antes y después de las elecciones
a sacar al Partido de un estado
de
negación para pasar a la etapa de enfrentamiento de problemas. A
problemas reales soluciones concretas y la siesta es mala consejera.
Una lección de una elección oculta en las pasiones de una
contienda electoral, la venezolana, donde no había nada para nosotros.
En
el verano de 1984 y en plena dictadura los jóvenes brasileños se
paseaban en las playas con remeras con el rostro de Raúl Alfonsín.
Apreder la lección argentina era la consigna. Bueno, hasta que podamos
ser docentes de nuevo al menos elijamos buenas escuelas. O lecciones,
que es casi lo mismo.