El Presidente Alfonsín se dirige al Plenario del Comité Nacional de la UCR y presenta el Programa de concertaciones de Parque Norte. La mejor guía para la unidad nacional que se haya formulado.
Estamos frente al peligro de una punguista injerencia de Macri y del peronismo de derecha
en el Radicalismo (por canales
institucionales e informales) con la pretensión de trasplantar la cuestión
venezolana a la Argentina y sacar ventajas en beneficio del modelo de los 90.
La anti política montado en valores amorales nos falta el
respeto a nosotros y a la demanda
ciudadana de unidad para la calidad democrática. Los comanda el consulor
ecuatoriano Durand Barbas que no asume que deberíamos encontrarnos en un Acuerdo Republicano y de oposición que
enfrente las pretensiones hegemónicas Kirchnerista (por eso resulta en amoral). Y desde allí generar las condiciones para
sensibilizar al gobierno para un Acuerdo Nacional por esa calidad democrática, la modernidad,
el Estado decente y una ética de la
solidaridad en beneficio de los desposeídos.
La derecha y el
gobierno deben tomar nota de la fortaleza del Radicalismo que además promoverá
un frente con fuerzas de pensamientos similares. Particularmente en la
Provincia de Buenos Aires. Hay que lograr esto último porque de lo contrario le
haremos el juego a la derecha y al Kirchnerismo. LA CONSTITUCION NO SE TOCA Y LA
IDENTIDAD RADICAL NO SERÁ MENOSCABADA.
Hay que consolidar la unidad radical (la por la unidad es
una batalla), aportar participación, apertura y transparencia a los procesos de
convergencia y movilizarnos por la no Reforma de la Constitución Nacional.
Entre el Kirchnerismo y Clarín hay vida en la que laten los valores radicales
y reformistas. La lucha de nuestros jóvenes y mujeres cuyos propósitos
no se realizarían en el PRO que es la continuidad histórica de los viejos
conservadores, de la UCD y en el que los
que peinan canas fueron simpatizantes de
la dictadura. Nadie que haya luchado contra ella está en ese espacio. Por eso no podemos, además, entregar esas banderas al kirchnerismo sin poner en riesgo nuestra existencia.De ese modo estaríamos iniciando un camino para conducir a la victoria a un proyecto alternativo con un programa de movilización y de confianza basado en valores radicales y progresistas.
Argentina, por otra parte, no es Venezuela. El Gobierno venezolano contemporáneo al de Alfonsín era el corrupto y excluyente
de Luisinchi en un procesos institucional agotado. Chávez es una consecuencia
de ese proceso decadente. Alfonsín fue la causa de uno democrático intenso, de
alternancias y plena libertad.En estos días hay que saber diferenciar ante las amenazas del intento de repetir esa experiencia en nuestro país y con intereses reaccionarios.
Alfonsín, por otra, parte marcó el camino de la Unidad en la
heterogeneidad y que hoy debemos atender más que nunca a la hora del qué hacer
frente a la intensificación de las luchas por "la guerra por las cabezas"descripta en la nota anterior. Un mapa fiable al cual acudir en tiempos de
grandes dudas y de provocación infantil del peronismo de base Kirchnerista.
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