Es preferible acompañar las sobreactuaciones oficiales en los actos pro Malvinas a debilitar la capacidad negociadora del País. Por eso corresponde acompañar los actos gubernamentales. En esta cuestión la dupla radical-peronista debe ser un espejo de la laborista-conservadora.
Aunque parezca inútil en este festival de estupideces argentinas: Intelectuales a los que se le ocurre la tesis inglesa en el momento del 30 Aniversario y subordinando la autodeterminación de una población implantada a la integridad territorial (lo contrario de lo que logramos durante el Gobierno de Alfonsín en la ONU complementariamente a la conquista de Illia del interés y no la volunad de los isleños). Además lo que piden para los habitantes es redundante por que lo asegura la Constitución.
Y el Gobierno que hoy con sus locuras afectan el libre comercio y la libre navegación. Así perderemos el apoyo de terceros países que acompañaron siempre la integridad territorial del País.
A las empresas que continúen importando, ¿la considerarán traidoras a la Patria?. ¿Y cómo harán para definir que la mercadería es originaria de Inglaterra si provienen de puertos no británicos?. Supongamos que una empresa a las que se presiona trae su mercadería inglesa desde una zona franca, desde un País del Mercosur o de otro lado que no sea Inglaterra. O que el pago lo remita a Luxemburgo. Es que acaso pretendemos imponer un semibloqueo comercial. ¿De índole privado?
¿ Y por qué lo de los cruceros en Tierra del Fuego?
La cosa es exactamente a la inversa de provocar al pueblo de Inglaterra.Nuestro crédito está en la opinión publica europea y británica, precisamente.
El Radicalismo debe seguir firme con las bandera de “…los pueblos son sagrados para los pueblos” y las Malvinas son Argentinas
