domingo, 26 de abril de 2009

Nota 358; EL PRIMERO DE NUESTROS DEBERES

El radicalismo de la Provincia de Buenos Aires salió fortalecido de las elecciones internas del domingo pasado. Lejos de lo que se auguraba, solo dos acontecimientos empañaron la jornada y ocurrieron en La Matanza y en el Municipio Urbano de la Costa. Brutal es el que hace a las elecciones a senadores provinciales de la quinta sección electoral. Un detalle de los acontecimientos que perjudicaron al candidato Carlos Fernandez al que apoyaba Ricardo Alfonsín, surge de http://ahorainfo.com.ar/?p=32889
Fernández es un alto funcionario del Municipio de Tandil donde gobierna la UCR. Se trata de uno de los de punta de Argentina por el elevado nivel de innovación.
Las malas prácticas ocurrieron en una elección ejemplar en el territorio provincial a tono con el espíritu democrático imperante desde el 31 de marzo. El beneficiario fue el Senador Honores que al ir a la reelección requiere, además, el 55% de los votos que manda la carta orgánica. Lejos está de ese porcentaje, además de que el verdadero ganador es Fernández. Solidarizarnos con él es hacerlo con la democracia, el espíritu que nos envuelve y la tradición radical. Más, el deber es evitar la consumación del mismo que no depende solo de la Junta Electoral, arto sospechada por otra parte desde su origen. (Tiene la oportunidad de desmentirnos). No obstante, y en mi deber como Convencional Provincial estoy requiriendo a la Mesa del Cuerpo que someta al Comité de Etica la conducta de los involucrados en esta aberrante maniobra y considere su expulsión. En el caso de que la Junta electoral falle a favor del Senador Honores y que este acuda a la justicia para eludir la condición del 55% para su reelección y ella también falle a su favor, que el Presidente del Comité de la Provincia y los negociadores del acuerdo del frente con otras fuerzas, no incluyan su candidatura dentro de los intereses de la UCR. Si así ocurriera, por fuerza mayor, que no sea admitido en el bloque partidario en caso de resultar electo.
Mi solidaridad con Carlos Fernández junto a Ricardo Alfonsín. Aplaudo la decisión de llevar la cuestión a la justicia penal del mismo modo que me sumaré a la ovación de los demócratas si van presos los culpables. En el radicalismo que renace no hay espacio para los tramposos.

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