Creo en los acuerdos nacionales para afrontar las políticas
de Estado. Los que le corresponden a Gobierno y oposición. Creo en los acuerdos
electorales, en frentes de espacios de pensamientos similares para dar
perspectiva ideológica progresista al desarrollo económico que debe ocurrir en
Argentina. Creo en los ACUERDOS REPUBLICANOS que son los que, teniendo la honestidad de asumir las
diferencias, apuntan a defender los denominadores comunes que nos vinculan en
democracia.
Esto lo escribí hace tiempo (recomiendo su lectura más abajo) y siempre pensé que lo complejo iba a estribar
en determinar en cuándo se juega la
estabilidad de la República y la calidad de la democracia. Luego de apreciar el
sentido de la Reforma Judicial y la prepotencia para imponerla, lo que no es
una cosa de formas, concluí que es éste
y que no hay que dejarlos pasar sin ocasionarle un grave costo político.
Reconozco el problema de decidir cuándo está en juego la
República para llevar adelante la simplificación teórica. Y me ayudo
reconociendo que las estrategias de
consensos están en tensa contradicción con las de confrontación calificada por
las contradicciones reprimidas en esta última. Las de entre “los que mandan” y
la hipocresía de los que apoyan y piensan distinto. Entonces, si ellos no
se rebelan es que nos entregan a convocatorias de derecha. El desafío, en estas condiciones,
es el de preñar de contendidos de calidad con presencias y consignas, y conducir las
multitudes para transformar su marcha en votos.Yo debo estar con humildad.
Fue más fácil decidir en las jornadas de Semana Santa de 1987 por que las caras del
contrario estaban pintadas. Marchábamos con Adelina de Viola y la runfla de la UCD para no dar espacio a la antidemocracia. Y
resulta elocuente que el alzado era Aldo Rico, con el que hace poco cantaba el
Himno el Diputado Carlos Kunkel.
Al realizar sus actos en nombre de las
mayorías, a los radicales se nos hace
más complejo y a los socialistas los paraliza. A ambos nos resulta difícil
decidir, hasta que no decodificamos el común denominador antidemocrático de estos personajes. Y así
lo decía cuando la candidatura de la actual Presidenta.
En la base de las decisiones, cuando la queremos comprender,
está la teoría de creer en “restricciones institucionales” para el cambio. O de
creer que el mismo es imposible debido a la institucionalidad. El tema es de base ideológica.
Y a la pregunta de cuál es la propuesta, la repuesta:
nuestro primer programa histórico: la Constitución. A esta mierda de luchar por
lo mínimo nos han llevado los que mandan. Deberíamos estar en otras cosas.
Para ir por consensos hasta con los que se visitan con Aldo
Rico, debemos ganarles en Octubre como
ocurrió hace 4 años. La lucha no es con peligros de las cárceles de las
dictaduras, pero si no lo frenamos vienen cada vez por más y en el sentido de
restrigir el espacio de nuestras libertades. Si no decretamos el final del ciclo Kirchnerista con esta
lucha, la asfixia política y moral a la
que nos someten será intolerable.
Los gorilas
ni los k deteminan mi conducta. YO
MARCHO DESDE MI HISTORIA Y POR MI HISTORIA Y CONVOCO A LOS JOVENES A MARCHAR
CON CONSIGNAS PROGRESISTAS. HAY UN CAMINO DEMOCRATICO Y ARGENTINO. ES RADICAL Y ALFONSINISTA.