La organización tendencial de “La Cantera”, de prosperar con éxito la convocatoria formal que me enviaron ayer para la Asamblea de San Juan, implica un duro golpe al sentido del flujo político favorable al fortalecimiento institucional del radicalismo, al aporte que se supone que la Fundación Lebensohn puede hacer a la UCR como Partido; que debe aspirar a ser vanguardia del acceso argentino a la Sociedad el Conocimiento y espacio para la política de los intelectuales. También a idénticas obligaciones de la Franja Morada, por su vinculo con el Partido y que en su 42 aniversario debe responder, además, sobre las razones de su existencia evaluando sus aportes al proceso de reunificación radical, a las elecciones recientes y a la gestión del conocimiento como insumo de la política. Encuentra a muchos radicales en proceso de retorno en función de la denominada contradiáspora, a no pocos jóvenes ingresando al Radicalismo y en el medio del camino de un proceso entre un conglomerado de tendencias y fracciones (como espacio donde se realizaba la soberanía militante) y un Partido como expresión orgánica de esa soberanía y que empieza a brillar después del 28 de junio pasado........
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