
En la historia del Partido jamás una Junta Electoral fue puesta en valor como en este caso. Como si fuera una fuerza de tarea y disuasión que debe desmovilizarse, también para el reencuentro. Es necesario ofrecer procesos electorales internos transparentes para no opacar la diferencialidad radical de selección de candidatos. La verdad, hacia atrás, y la transparencia, hacia adelante, son las claves de la unidad y fortaleza partidaria. Con Partido débil la contradiáspora sera imposible o convertirá en polvo los esfuerzos de todos los que quedamos a preservar la UCR.
Y no cejaremos en la idea de conquistar la mayoría de la Convención para rápidamente emprolijar estas mamarrachadas, terminar de organizar el Partido en la Provincia de Buenos Aires y continuar la marcha. Por un sendero donde la unidad (política) sea posible. Y a lo que servimos cotidianamente y les consta.
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